foronda - Los tres militantes coinciden en que la fiesta del Alderdi Eguna continúa viva, pero creen que hará falta revisarla, ya que la sociedad ha cambiado y la forma en la que se relacionan los ciudadanos con los partidos políticos no es la misma que en décadas pasadas. El más escéptico respecto al futuro es Fede Bergaretxe, que cree que “hay gente joven pero no tanta” como en otros tiempos. “No estoy seguro de si esto va a poder seguir muchos años, está cambiando y tengo la impresión de que va bajando un poquito de gente”. Por eso, apuesta por repensar el modelo.
Miren Ibarra y Juan Félix Naberan se muestran más optimistas. “Igual hay que pensar otro formato para adaptarse a los tiempos, pero la gente que somos del partido seguimos viniendo. Y la gente joven de EGI lo sigue viviendo con el mismo entusiasmo de siempre, con la misma ilusión con la que veníamos nosotros. Yo creo que va a durar, para mí está por encima de todo, es un día en el que me encanta venir aquí para encontrarme con gente que no veo el resto del año”, asegura Ibarra. Por su parte, Naberan opina que, aunque ahora es “más festivo” que antes, sigue siendo “un punto de encuentro” de referencia entre los militantes de los batzokis. “Tiene pinta de que seguirá muchos años, vamos a seguir viniendo seguro hasta que ya no podamos. Ha habido momentos muy duros y hemos seguido viniendo”, destaca.
Respecto a esos malos momentos, los tres veteranos militantes recuerdan especialmente la escisión de Eusko Alkartasuna en 1986. “Era muy reivindicativo cómo veníamos al Alderdi Eguna cuando aquello. La escisión fue terrible para el partido pero vinimos todavía con más ganas”, relata Ibarra. Fede Bergaretxe también recuerda que previamente se produjo otra escisión, “la de Antón Ormaza y los sabinianos, con los que nos despachamos unos a otros”. “Somos un poco cainitas”, dice entre risas Naberan.
El alcalde de Gautegiz Arteaga tiene un recuerdo para los militantes que han fallecido. “Yo echo de menos a las personas que faltan, que han ido muriendo y que me gustaría que estuvieran aquí. Yo en días como hoy me acuerdo de ellos. La gente mayor, que había sufrido tanto, vivía el Alderdi Eguna con verdadera emoción”. Bergaretxe, por su parte, espera que los jeltzales sigan acudiendo en familia y con los miembros más jóvenes. “Nuestros hijos siguen viniendo y los nietos tienen que seguir viniendo. Yo los he traído todos los años, sin pedirles permiso”. Los tres militantes se despiden entre bromas, emplazando a verse en el mismo lugar dentro de 40 años. - M.A.