BARCELONA. Más de un millar de personas se han congregado hoy en el Parque Can Zam de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) para celebrar la Diada de Cataluña, en un acto impulsado por Catalunya en Comú bajo el lema "Una Cataluña soberana, diversa y valiente".

Muchos ciudadanos han acudido blandiendo banderas republicanas, senyeras e incluso algunos estandartes de Podem y, aunque muchos han aguantado estoicamente bajo el sol, otros se han resguardado en la sombra de los pocos árboles que había en la explanada.

El debate soberanista catalán y el referéndum de independencia del 1 de octubre, convocado por el Govern y suspendido por el Tribunal Constitucional, han marcado gran parte de los discursos de Colau, Iglesias y también del coordinador general de Catalunya en Comú, Xavi Domènech.

Los dos "comunes" se han mostrado muy críticos con las presiones que está recibiendo la alcaldesa de Barcelona para que diga si va a ceder locales de votación municipales para el referéndum.

"No aceptamos lecciones de nadie y menos de convergentes que hasta hace dos días no tenían ni idea de lo que era la desobediencia civil", ha exclamado Colau en alusión al PDeCAT.

La alcaldesa ha defendido que "valentía es defender la pluralidad de Cataluña, pese a que te digan equidistante y ambiguo", y ha subrayado que el consistorio de la capital catalana hará "todo lo que sea posible" para que los barceloneses puedan votar el 1 de octubre.

En la misma línea, Domènech ha criticado al PDeCAT por haber apoyado al Gobierno del PP en muchas de las leyes que perjudicaban los derechos sociales de los ciudadanos, como la reforma laboral, y también ha rechazado sus "lecciones":

"No hace falta que nos expliquen qué tenemos que hacer".

El líder de En Comú Podem en el Congreso ha reivindicado "firmeza" y "dignidad" en las próximas semanas, y Colau ha censurado el uso del "lenguaje de la testosterona" y las expresiones belicistas para hablar del conflicto catalán.

Ambos han combinado sus reproches a la hoja de ruta del Govern de Carles Puigdemont con duras críticas al "inmovilismo" del Gobierno de Mariano Rajoy, que han señalado como un escollo para que se pueda resolver el encaje de Cataluña y España de una forma dialogada.

En este sentido, le ha recriminado al líder del Ejecutivo central que responda con "amenazas" a las demandas de los catalanes, que desde hace años se manifiestan de forma "cívica" para reclamar su "derecho a decidir".

Por este motivo, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha llamado a tejer una alianza de izquierdas que constituya un "nuevo compromiso histórico y democrático" para Cataluña y España, que incluya a partidos sensiblemente diferentes como ERC y PSOE y que permita resolver el actual conflicto.

Iglesias ha defendido esta fórmula para solucionar la situación política de Cataluña: "No es imposible imaginar un gobierno progresista en Cataluña que dialogue con un gobierno progresista en España para hablar de su relación jurídica con el Estado" a través de un referéndum en el que se respete la decisión de los catalanes.

"Como español digo: viva Cataluña libre y soberana, viva la fraternidad", ha exclamado en catalán Iglesias, que ha recalcado que, aunque desea un "proyecto colectivo" de Cataluña, siempre aceptará "lo que decida el pueblo de Cataluña".