BARCELONA - En la reunión de ayer de la mesa de evaluación de la amenaza terrorista hubo unanimidad en mantener el nivel 4 de alerta. En lo que las autoridades no se ponen de acuerdo es en si el comando que atentó en Barcelona y Cambrils está ya desactivado. Mientras que el ministro Juan Ignacio Zoido aseguró que está “totalmente” desarticulado, el Departamento de Interior de la Generalitat se mostró más prudente y descartó dar por neutralizada la célula “hasta detallar el paradero de todas las personas que forman parte de ella”.
Tras la reunión con los máximos responsables de seguridad e inteligencia en materia antiterrorista, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, quiso enviar “un mensaje de tranquilidad” a los ciudadanos y dio por desarticulada la célula tras abatir los Mossos d’Esquadra a cinco terroristas en Cambrils y detener a otros cuatro. “El riesgo cero no existe, la seguridad absoluta es imposible, pero vamos a seguir trabajando día y noche para poner a los terroristas a disposición de la justicia”, explicó. Asimismo, quiso destacar el “esfuerzo impagable” que están realizando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo.
Sin embargo, en Catalunya no están convencidos de que el comando yihadista esté del todo desarticulado. Según expresó ayer el conseller de Interior del Govern, Joaquim Forn, es prematuro hablar de una completa desarticulación, ya que hay varias líneas de investigación y actuaciones que no se dan por terminadas. “No quiero contradecir al ministro Zoido ni mucho menos, pero esta es una investigación que se está llevando a cabo desde los Mossos d’Esquadra”, recordó. Forn cree que “lo que se produjo en Cambrils” supuso un golpe muy fuerte para la célula, pero “no se puede decir que esté absolutamente desarticulada”. Es más, la policía catalana sigue buscando a Younes Abouyaaqoub, el único miembro del grupo que perpetró la masacre de la Rambla que aún no ha sido localizado.
Las palabras de Forn evidenciaron la disparidad de criterios entre el Govern y el Ejecutivo español y dejaron entrever un conflicto entre la policía autonómica y los cuerpos policiales del Estado, que se agudizó con las declaraciones de Albert Oliva, portavoz de los Mossos d’Esquadra. Oliva ni desmintió ni confirmó al ministro Zoido en relación a la desarticulación de la célula, pero señaló que “no se descarta nunca” que se pueda producir un nuevo atentado. Además, insistió en que son los Mossos los que lideran la investigación mientras que la Policía Nacional y la Guardia Civil solo trabajan de forma complementaria: “De la misma manera que un mosso fue quien dio la primera información, somos los que vamos a concluir la investigación”.
En términos similares se expresó horas más tarde el president Puigdemont que, aunque negó que existan discrepancias con el Ministerio del Interior, recordó que “aún no se han detenido a algunos elementos vinculados” al ataque terrorista. “No vamos a dar aún por desarticulado el comando”, zanjó.
Respecto a la alerta, el Gobierno decidió mantener el nivel 4 tras escuchar las recomendaciones de la mesa extraordinaria de responsables en materia antiterrorista, si bien considera necesario reforzar algunos dispositivos con medidas adicionales de seguridad. El ministro Juan Ignacio Zoido reveló que los expertos han recomendado de forma unánime permanecer en el nivel 4 -la Ertzaintza y los Mossos, presentes en la mesa de ayer, ya habían expresado su rechazo a pasar al nivel 5- ya que no hay amenaza de atentado inminente. No obstante, Zoido dejó claro que Interior realiza todos los jueves una evaluación de la amenaza y que, por tanto, los expertos del Ministerio seguirán analizando de forma “permanente” si es conveniente continuar con las mismas disposiciones o si es necesario adoptar nuevas medidas.
Refuerzos en seguridad A pesar de no pasar al nivel 5 de alerta, Moncloa ha decidido reforzar determinadas zonas y establecer nuevas normas de actuación. De esta manera, ve necesario ampliar los dispositivos de seguridad en lugares o acontecimientos de gran afluencia, sobre todo turística, y reforzar los dispositivos de reacción previstos ante un posible atentado. El Ministerio del Interior también incrementará las medidas de prevención del terrorismo y trabajará para estrechar la colaboración con las policías locales, ya que son las que tienen presencia en todos los municipios y pueden hacer un control más exhaustivo. Por tanto, desde Interior quieren impulsar más reuniones de las juntas locales de seguridad desde las que poder hacer un análisis de todos los riesgos. Finalmente, Zoido pidió a los ayuntamientos que valoren la colocación de bolardos o de grandes maceteros en zonas concurridas de las ciudades.