BILBAO. Díez Usabiaga ha sido excarcelado después de cumplir seis años y medio de cárcel por el 'caso Bateragune' de reconstrucción de la ilegalizada Batasuna, "bajo las órdenes de ETA".
Aunque no ha habido acto de homenaje a la salida de prisión al haberlo prohibido la Delegación del Gobierno de Cantabria, alrededor de un centenar de familiares, amigos y compañeros de LAB le esperaban a la entrada del centro penitenciario.
Entre ellos, se encontraba el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, acompañado de históricos dirigentes de la izquierda abertzale como Rafi Etxeberria, Tasio Erkizia, Pablo Gorostiaga, José Luis Elkoro e Iñigo Iruin, entre otros. También se ha trasladado al lugar, la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, para recibir a Díez Usabiaga.
EL ÚLTIMO DE 'BATERAGUNE' Su excarcelación viene acompañada de un homenaje de familiares, amigos y miembros de Sortu a las puertas del centro penitenciario de El Dueso, en Santoña, que ayer derivó en una prohibición inicial de la Delegación del Gobierno en Cantabria y un posterior permiso de la Audiencia Nacional. El tribunal emitió un auto para aprobar el recibimiento, ya que no consta “que se haya producido o se vaya a producir delito alguno”. Ese dictamen, sin embargo, no rebajó la “tensión” que el líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi dice que se palpará en las inmediaciones de la cárcel cántabra, donde ya se ha decidido hacer un recibimiento de perfil muy bajo, casi exclusivamente familiar y donde no se harán declaraciones. Será en Muskiz, a las 11:45, y a las 19.30 horas, en Lasarte, cuando se produzcan los homenajes al último preso del caso Bateragune.
En un escrito del juez Fernando Andreu, la Audiencia Nacional no solo autorizó el recibimiento en El Dueso, sino también el homenaje a Díez Usabiaga en Lasarte a las 19.30 horas. El magistrado se ha basado en los razonamientos de la Fiscalía y de los informes policiales recabados para dar carta blanca a ambos recibimientos al “no existir constancia ninguna que permita afirmar, con la exigencia que en Derecho se requiere para poder restringir los derechos fundamentales de los ciudadanos reconocidos constitucionalmente”, que suponga delito de enaltecimiento del terrorismo. El auto asevera además que “no ha sido convocado por organizaciones ilegalizadas”.
El tribunal desechó así actuar con carácter preventivo, ya que tan solo existen “meras hipótesis sobre la futura e incierta comisión de delitos” en el homenaje al exsecretario general de LAB, que ha permanecido seis años y medio en prisión por tratar de “reconstruir la ilegalizada Batasuna bajo las órdenes de ETA”, según la sentencia de la Audiencia Nacional que le llevó entre rejas. Sobreseida la denuncia de la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT), y también la presentada por Dignidad y Justicia (DyJ) aunque en este caso para el acto de Lasarte -que ha sido notificado en tiempo y forma-, sin embargo Andreu advierte de responsabilidades -identificación, detención e instrucción de diligencias- que pudieran derivar si durante los actos se produjeran actividades constitutivas de delito.
El dictamen judicial estuvo precedido de una negativa por parte de la Delegación del Gobierno en Cantabria a que se llevara a cabo el homenaje en suelo cántabro, bajo la excusa de que los promotores habrían incumplido con el requisito de comunicar el recibimiento con entre diez y 30 días de antelación, tal y como marca la normativa. Asimismo, denegó el permiso al advertir de la existencia de informes de la Guardia Civil que apuntan a posibles problemas de seguridad en las inmediaciones de El Dueso.
“antidemocrático” El coordinador general de EH Bildu, y que fue encarcelado junto a Díez Usabiaga por el caso Bateragune, Arnaldo Otegi, avanzó que una medida de tal calibre como prohibir el acto de bienvenida tan solo serviría para generar “escenas de tensión” a las puertas de la cárcel, aunque no por parte de quienes acudan a recibirlo. “Esto sí me parece un ataque a la gente del país, a la libertad del país, a su familia, a él mismo”, valoró Otegi, que el 1 de marzo de 2016 abandonó la prisión de Logroño tras pasar seis años y medio en prisión por la misma causa -junto a Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta, Sonia Jacinto y el propio exlíder de LAB- sin que su recibimiento fuera motivo de prohibición ni se registrara ningún incidente. “Es una prueba más de la profunda naturaleza antidemocrática” del Estado, zanjó.
A pesar de que la izquierda abertzale amagó con suspender el recibimiento a Díez Usabiaga en El Dueso, el exsindicalista abandona hoy una prisión en la que ha permanecido recluido seis años y medio. Es el último del caso Bateragune en cumplir condena, aunque más prolongada en el tiempo, porque pasó 17 meses en prisión provisional para cuidar de su madre enferma, de un grupo de cinco responsables de la izquierda abertzale a los que se les acusó de “pertenencia a organización terrorista” por tratar de “reconstruir Batasuna bajo las órdenes de ETA”. La operación policial, ordenada por el juez Baltasar Garzón el 13 de octubre de 2009, se saldó con 10 detenciones -Rufi Etxeberria, Ainara Oitz, Txelui Moreno, José Manuel Serra y Amaia Esnal, junto a los cinco condenados- y Otegi y Díez Usabiaga, además, fueron encausados por ejercer de “dirigentes” en un proceso con el que Sortu aceleró el final de la organización armada. La Audiencia Nacional les impuso en septiembre del 2011 una pena de diez años de prisión. La pena les fue reducida a posteriori por el Constitucional. Apenas un año después de que pisaran la cárcel, ETA decretó el cese de la actividad armada.
Con la salida en libertad de Díez Usabiaga se cierra un capítulo negro de la política vasca, en la que la práctica totalidad de los partidos, salvo el PP de la CAV, se mostraron partidarios de archivar definitivamente una causa que, por el contrario, dura la friolera de ocho años. El caso también dio mucho que hablar en las instancias judiciales, ya que las revisiones de las condenas, en su caso en el Tribunal Constitucional, se dieron en un clima de división entre los magistrados. Hoy se le dará carpetazo al caso Bateragune , definitivamente.