bARCELONA - En el PDeCAT están convencidos de que el referéndum previsto para el próximo 1 de octubre va a cambiar de arriba a abajo el escenario político en el Estado español y consideran que Catalunya necesitará nuevos interlocutores en Madrid con los que gestionar el resultado que arroje la consulta. Por ello, se muestran dispuestos a negociar con el PSOE una moción de censura a Mariano Rajoy que propicie un cambio de Gobierno y el inicio de conversaciones con la Generalitat para hacer “viable una salida institucional a la decisión que tome libremente el pueblo catalán”.

Así lo expreso ayer el diputado del PDeCAT, Jordi Xuclà, que recalcó la necesidad de tener “interlocutores válidos” en la Moncloa para traducir en hechos los resultados del referéndum. Para ello, se dirige a los socialistas y pide a su líder, Pedro Sánchez, que lidere una alternativa al Gobierno del PP. “La iniciativa corresponde a las izquierdas españolas, es de sentido común que el primer partido de la oposición y su líder tomen la iniciativa”.

El proceso de negociaciones con el Estado español al que se refiere la antigua Convergència se enmarcaría en una supuesta victoria del sí en la consulta del 1-O, lo que, a juicio del Govern, obligaría al ejecutivo español a sentarse a la mesa. Las llamadas leyes de desconexión que prepara actualmente la Generalitat prevén declarar la independencia de Catalunya en el plazo de 48 horas, pero todo indica que haría falta un proceso de transición mucho más largo en el que los soberanistas catalanes seguirían teniendo presencia en el Congreso e intentarían influir en un cambio de Gobierno en España. Es ahí donde el PDeCAT se sentiría más cómodo con el PSOE, por eso su petición a Sánchez para que encabece una moción de censura contra Mariano Rajoy. “Estamos dispuestos a sentarnos alrededor de una mesa para articular una mayoría alternativa, que requiere de 176 diputados”, anunció ayer Xuclà.

Ocurra lo que ocurra el 1-O, en el PDeCAT consideran que tras el referéndum el sistema político se va a “remover” y “nada será igual” en la política española y en la catalana. Así, los soberanistas creen que tendrán que negociar un nuevo marco con el Estado español y prefieren hacerlo con un Gobierno del PSOE en Madrid, ya que dicha formación “ha hecho el ejercicio de intentar entender lo que sucede en Catalunya”, en contraste con el “inmovilismo” del PP y de Ciudadanos. En palabras de Jordi Xuclà, los socialistas han evolucionado al reconocer el carácter “plurinacional” de España, “con lo que ya no se puede decir que PP y PSOE son idénticos”.

El PSOE también lo tendría más fácil para negociar en el Congreso con los nacionalistas catalanes sin la línea roja del referéndum, que supuestamente ya se habría producido. Es más, hay voces entre los socialistas que ya admiten públicamente que la consulta podría tener lugar finalmente. Es el caso de la exministra y actual presidenta del partido, Cristina Narbona, que reconoció que las urnas pueden llegar a ponerse, aunque consideró que sería un “simulacro” y un “recuento sin valor jurídico”.

De cualquier manera, está por ver si Sánchez se arriesgaría a pactar una moción de censura con los independentistas en una situación de evidente tensión política entre España y Catalunya.

Pese a la predisposición actual a explorar acuerdos para lograr una alternativa a Mariano Rajoy, el PDeCAT no se arrepiente de haberse abstenido en la fallida moción de censura de Podemos. Según Xuclà, ese intento fue “un esfuerzo inútil que provocó melancolía”, al no contar con los necesarios 176 diputados del Congreso de los Diputados para sacarla adelante. Sin embargo, una moción encabezada por Pedro Sánchez sí podría recabar más apoyo parlamentario que el que logró la fracasada iniciativa en junio, ya que los líderes de Unidos Podemos han expresado en varias ocasiones que verían con buenos ojos respaldar a Sánchez para desalojar a Rajoy.

Fernández díaz Por otra parte, Jordi Xuclà se refirió a la denominada operación Cataluña durante la etapa del popular Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior, de cuya comisión de investigación el PDeCAT presentó las conclusiones en la Fiscalía esta semana. La antigua Convergència quiere llevar al exministro de Interior a los tribunales por hacer uso partidista “con fines políticos” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. A este respecto, Xuclà confió en que el ministerio público actúe de oficio.

El diputado soberanista anunció que su formación dejará pasar un “tiempo prudencial” para ver si la Fiscalía toma cartas en el asunto y, si no lo hace, tanto el PDeCAT como los afectados por la “creación de pruebas falsas”, a título personal, emprenderán las “acciones penales oportunas” ante los tribunales. “Es un verdadero escándalo de irregularidades, de guerras entre sectores de la Policía y de uso fraudulento de dinero público para campañas para desacreditar opciones políticas y cargos electos”, denunció.