Bilbao - La novedad en el acuerdo que presentó ayer el consejero Pedro Azpiazu llegó en el capítulo de la concertación de impuestos entre Euskadi y Madrid. Un mayor número de empresas y contribuyentes van a depender de las instituciones forales. Los cambios más relevantes se producirán en el Impuesto de Sociedades y en el IVA, donde se han pactado dos modificaciones. Hasta ahora, las empresas tributaban ante las haciendas forales siempre y cuando no superasen los 7 millones de volumen de operaciones al año. A partir de ahí, comenzaban los matices y las complicaciones. Para que siguieran tributando ante las diputaciones aunque superasen los 7 millones, tenían que realizar al menos un 25% de sus operaciones en suelo vasco. En muchos casos, se dividía la recaudación para tributar una parte en Euskadi, y otra en el Estado. Euskadi y Madrid han pactado ahora elevar el volumen de operaciones a 10 millones, lo que supone que entre 200 y 300 empresas de pequeño tamaño van a poder olvidarse de estos cálculos y van a tributar directamente en Euskadi.
Siempre que no superen los 10 millones en nivel de operaciones, tributarán ante las haciendas forales. Fuentes del departamento consultadas por este periódico ponen en valor el alivio que supondrá para esas empresas, que van a ahorrarse gastos en asesorías y consultores; y también supondrá más recursos para las instituciones vascas, aunque en ese terreno son más prudentes y no quieren concretar en cuántos millones se puede traducir. “Lo importante es que los trámites se simplifican”, aseguran. Por otro lado, Euskadi recaudará esos dos impuestos si las empresas con sede fiscal en el Estado realizan al menos el 75% de su negocio en suelo vasco. Hasta ahora, se exigía un 100%.
irpf y herencias Los cambios también van a afectar a las personas físicas. En el caso del IRPF, las instituciones forales tenían constancia de los casos de media docena de empresas muy confusas con la tributación en las aguas internacionales. Ahora se ha fijado que la exención de retenciones de rendimiento por trabajos realizados en el extranjero, teletrabajo y personas embarcadas en el mar pase a las instituciones vascas, siempre y cuando el buque esté inscrito en un puerto vasco. En ese caso, desde Hacienda sí hablan de un volumen importante de recaudación.
En cuanto a las sucesiones y donaciones, los vascos tendrán que llamar a la puerta de las diputaciones forales cuando reciban una herencia de un fallecido que residiera en el extranjero, y también cuando les sean legados inmuebles ubicados en tierras internacionales. Todo ello pasará a tributarse ante las instituciones vascas, y no en ante la Hacienda Tributaria del Estado. Además, se va a constituir un grupo de trabajo entre ambas partes para estudiar el nuevo régimen especial de IVA que se puede aplicar a los servicios de comercio electrónico de telecomunicaciones, radiodifusión o televisión, y los prestados por vía electrónica. - M.V.