madrid - La decisión de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de no poner una pancarta en la fachada del Ayuntamiento en recuerdo de Miguel Ángel Blanco para no hacer una distinción entre víctimas provocó ayer las críticas de la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, el Movimiento contra la Intolerancia, el PSOE y el ministro de Justicia, Rafael Catalá, quien censuró la “mezquindad” de buscar “matices” para negar un homenaje.

Marimar Blanco se mostró muy dolida con un gesto que, aseveró, acompaña las palabras de Podemos y su silencio “cómplice” con quienes apoyan a ETA. Rechazó además que homenajear a su hermano, de cuyo asesinato a manos de ETA se cumplen 20 años, suponga ponerlo por encima de otras víctimas.

A esta crítica se sumaron otros dirigentes del PP, como el presidente del partido en la CAV, Alfonso Alonso, quien señaló que la excusa del Ayuntamiento es un “subterfugio” porque Blanco “fue un símbolo y su asesinato a cámara lenta golpeó la conciencia de los españoles”. Podemos no realizará ningún homenaje, aunque considera que este tipo de actos al edil están siempre justificados, igual que defiende no poner una pancarta de Blanco para no distinguir entre víctimas.

Manuela Carmena anunció, eso sí, que el Ayuntamiento que lidera se unirá al homenaje que brindará la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) a Miguel Ángel Blanco cuando se cumplen dos décadas de su “vil asesinato”, tal y como lo describió ayer la propia regidora madrileña. - DNA