BARCELONA - En las filas del independentismo no están satisfechos con la postura intermedia que Catalunya en Comú ha decidido adoptar respecto al referéndum de autodeterminación. El partido de Ada Colau recela de una convocatoria unilateral sin garantías y tan solo la respalda como una mera “movilización social legítima”. Los partidarios del 1-O ansiaban un apoyo más explícito que incluyera un llamamiento a las urnas, pero finalmente solo han podido constatar un tímido guiño que no logra saciar sus ambiciones. Durante los últimos meses han galanteado constantemente a la nueva plataforma de la alcaldesa de Barcelona. Pese a no ser una fuerza abiertamente proclive a la secesión, buscaban su aval a la consulta para sumar fuerzas frente a Madrid y como una forma de demostrar que el derecho a decidir no está necesariamente reñido con una u otra posición.
Aunque plantean sus dudas, la postura adoptada por el Consejo de Coordinación de los comunes aún deja la puerta abierta a pedir la participación en el 1-O, algo que decidirán tras examinar la respuesta del Estado. En todo caso, cualquier titubeo por su parte es públicamente reprochado por los sectores independentistas, cuyos representantes se mostraron ayer muy críticos. La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, acusó a los de Colau de “dejar desemparados a sus votantes” por no situarse en el bando favorable a la cita como referéndum en sí. A su juicio, la postura adoptada el sábado les muestra “muy tibios, con unas dudas que no intentan resolver”. “Llamar a la movilización pero no a la participación es de tener miopía política”, planteó la dirigente del partido surgido de las cenizas de Convergència.
Pascal extendió sus reproches a Podemos, quien está presentando una línea similar a los comunes frente a su propia federación catalana, que llama “activamente” a la participación en el 1-O. Justificó la abstención de su partido en la moción de censura contra Rajoy presentada por Iglesias debido a las “pocas ganas” del dirigente morado para situar la cuestión soberanista en el debate político estatal.
En la misma línea, el diputado de Junts pel Sí Lluis Llach declaró sentirse “decepcionado” por la decisión de Catalunya en Comú, una postura que considera “absurda”. “No puede ser que una fuerza progresista diga que participará pero que el resultado no será vinculante”, expresó. El cantautor se lamenta de que un partido del calibre del de Colau se quede al margen de una consulta en la que, en su opinión, “debería tener un papel de intervención”. “Algún día se tendrán que definir si están por un referéndum o por mantener el status quo”, planteó.