Una o dos jornadas. El debate comienza a las 9.00 horas pero se desconoce si durará uno o dos días. La intención de la presidenta del Congreso siempre ha sido acotarlo a una sola jornada, no obstante, es previsible que haya que continuar también el miércoles. Al final del debate es cuando se vota y solo vale la mayoría absoluta, es decir, el apoyo de al menos 176 diputados.
Candidato Iglesias. En la iniciativa presentada por Unidos Podemos, el candidato que se propone para ser el nuevo presidente del Gobierno es Pablo Iglesias. Así que tiene la obligación de dirigirse a la Cámara para buscar su respaldo, aunque ya sabe que no lo tendrá.
Defensa de la moción. El debate arranca con dos discursos: el primero, de la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero; y, a continuación, Iglesias subirá a la tribuna para hacer un discurso en calidad de candidato a la Presidencia. Ninguno de los dos tendrá límite de tiempo, pero entre ambos pueden superar las dos horas.
La baza de Rajoy. El Gobierno también tiene sus armas para defenderse, la mejor es la capacidad de intervenir en cualquier momento del debate sin límite de tiempo y con cualquiera de sus miembros: el presidente, la vicepresidenta o un ministro. Eso sí, luego el candidato a la Presidencia tiene el derecho a responder.
El resto de los partidos. Superada la primera fase del debate, la segunda viene marcada por la intervención de los grupos parlamentarios, que intervendrán de mayor a menor PP, PSOE, Unidos Podemos, Ciudadanos, ERC, PNV y Grupo Mixto.
Sánchez, el gran ausente. Aunque será uno de los grandes interpelados por Pablo Iglesias y Podemos, Pedro Sánchez no estará en el Congreso. No porque no quiera sino porque carece de acta de diputado. Será el portavoz del PSOE en el Congreso, José Luis Ábalos, quien defienda la posición de su partido.
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La de hoy será la tercera moción de censura de la democracia, tras los intentos de Felipe González en 1980, que intentó descabalgar al presidente Adolfo Suárez, y de Antonio Hernández Mancha (líder de AP) en 1987, cuya tentativa para hacer caer al presidente Felipe González también fracasó.
madrid - El Congreso de los Diputados debatirá hoy la tercera moción de censura contra un presidente español en la historia de la democracia reciente. En cualquier caso, en vista del limitado apoyo que obtendrá Unidos Podemos, lo que está en juego no es tanto la continuidad de Mariano Rajoy en el sillón presidencial, sino la hegemonía de la izquierda que se disputan el partido morado y el PSOE. Pablo Iglesias defenderá hoy su propuesta y recibirá los apoyos de Compromís y ERC, con los que suma 80 escaños, muy lejos de la necesaria mayoría absoluta de 176 votos. EH Bildu podría aportar finalmente sus dos escaños a la iniciativa.
Esta moción de censura llega en el peor momento para Rajoy. El presidente español acaba de garantizarse la aprobación de los Presupuestos de este año, y por ese flanco tiene cubierta la estabilidad económica al menos hasta 2019, pero a nivel político le están jugando una mala pasada las acusaciones de corrupción. Él mismo acudirá a declarar como testigo en el juicio del caso Gürtel el 26 de julio. Mientras tanto, miembros de su gobierno como el titular de Justicia, Rafael Catalá, se encuentran en una posición política delicada por su relación con el expresidente madrileño Ignacio González; y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, acaba de recibir un varapalo del Tribunal Constitucional por la amnistía fiscal que permitió regularizar fortunas en el extranjero a tipos reducidos. Por otro lado, el fiscal anticorrupción, Manuel Moix, dimitió por ser copropietario de una sociedad en Panamá.
Es precisamente en este momento de aparente debilidad del Gobierno español cuando va a fracasar la moción. Por un lado, el PSOE se encuentra en una situación de provisionalidad que lo limita. Será en el congreso del fin de semana cuando ratifique a Pedro Sánchez y a su equipo como los nuevos gestores del partido. Por otro lado, y relacionado con lo anterior, los grupos de la Cámara han criticado prácticamente por unanimidad las formas de Podemos para presentar su iniciativa, en la que ven un intento de poner en un aprieto al PSOE y no de consensuar un programa para un gobierno alternativo. Las voces se han escuchado, incluso, en los cuarteles de socios de Podemos como Compromís, que pidió esperar a que las primarias socialistas tuvieran lugar y se calmara su crisis. Los comunes de Xavier Domènech lanzaron un mensaje similar, aunque en las últimas jornadas no han mostrado fisuras con el discurso de Podemos.
dos objetivos El candidato Iglesias va a interpretar como un éxito lo que suceda si se cumplen dos objetivos. Uno de ellos consiste en que el PP no logre una mayoría absoluta de votos en contra de la moción. Iglesias va a tomarse ese dato como la prueba fehaciente de que existe una mayoría absoluta potencial en contra de Rajoy que puede aflorar en el futuro, con otra moción más trabajada y liderada por él, un independiente o el PSOE. Por ello, cree que esta moción solo debe concebirse como una primera aportación en el camino. En otros ámbitos creen que ha rebajado el listón porque se ha visto sin apoyos.
Que el PP no va a lograr mayoría absoluta está asegurado, porque el PSOE, PDeCAT, PNV y Nueva Canarias se van a abstener. Todo apunta a que el PP solo conseguirá que Ciudadanos y Coalición Canaria (además de sus socios de UPN y Foro Asturias) se unan en su rechazo a la iniciativa. Son 170 votos, a seis de la mayoría absoluta. En cualquier caso, es una cifra muy superior a la que va a conseguir Iglesias, que se arriesga a quedar retratado como un líder incapaz de tejer consensos en el momento más difícil para el PP.
El segundo objetivo de Iglesias consiste en mostrarse como un líder sosegado, con un programa detrás y como una opción de gobierno. Para ello, ha pensado en un reparto de papeles con su portavoz, Irene Montero. Será ella quien arranque el debate hoy a las 9.00 horas. No tendrá límite de tiempo, y se espera de ella un discurso muy duro. Después tomaría la palabra Iglesias, con la intención de mostrar un perfil institucional y exponer su programa. El Gobierno español podría intervenir en cualquier momento. En primera instancia se descartó que Rajoy tomase la palabra porque quería hacer el vacío a Iglesias y no darle el rango de líder de la oposición, pero podría cambiar de idea. Podrían, incluso, hablar todos los ministros para poner en valor su gestión.
Después del primer bloque, la presidenta del Congreso, la popular Ana Pastor, abrirá un receso. Será después cuando intervengan los grupos, de menor a mayor. Podría darse el caso de que el debate se prolongue hasta mañana, con la réplica de Iglesias. Pastor se ha puesto en el escenario de que el pleno sea bronco, y pidió a todos “estar a la altura”. Podemos llevará como invitados a alcaldes del cambio, y habilitará espacios en sus sedes para que la ciudadanía siga el hito en directo.
El nuevo PSOE de Sánchez, que no intervendrá por no ser diputado, optará por los equilibrios. El portavoz, José Luis Ábalos, replicará a Podemos con guante de seda para evitar la confrontación y porque están llamados a ser “compañeros de viaje”, aunque también quiere escenificar que el PSOE es la única alternativa real. Esta abstención es la primera decisión de calado de Sánchez, y ayer fue aceptada por unanimidad por el grupo parlamentario. Es una decisión comprometida para Sánchez tras haber defendido el “no es no” en la investidura de Rajoy. El PSOE resolverá hoy la papeleta poniendo el acento en la crítica al PP. Desde C’s, Rivera votará en contra por su rechazo a Iglesias.