Unos 230.000 electores de Lapurdi, Nafarroa Behera y Zuberoa volverán a las urnas mañana para la primera vuelta de unas elecciones legislativas que se prevén más reñidas que nunca en un momento marcado por el desplome del Partido Socialista y la aparición del movimiento de Emmanuel Macron, que en abril consiguió en Iparralde una cuarta parte de los sufragios. Los nuevos comicios se celebran con un escrutinio mayoritario en dos vueltas en cada una de las 577 circunscripciones del Estado francés, tres de ellas correspondientes a Euskadi norte.

Los partidos no presentan listas sino que los ciudadanos deben elegir entre diferentes candidatos, con sus respectivos suplentes. En caso de que nadie consiga un 50% de los votos en la primera vuelta, los dos aspirantes que más sufragios consigan pasarían a la segunda ronda del siguiente domingo, 18 de junio. También concurren a la segunda vuelta los aspirantes que obtengan el apoyo del 12,5% del censo. En numerosas circunscripciones, la personalidad y la implantación social de los aspirantes suelen ser más decisivas que el color político que representan y, en definitiva, cada distrito cuenta con una lógica propia, lo que dificulta prever el resultado definitivo en todo el Estado francés.

Comicios reñidos En 2012, la socialista Sylviane Alaux arrebató el escaño por la costa labortana a la conservadora Michèle Alliot Marie, que fue diputada y ministra durante un cuarto de siglo. Alaux, una de las observadoras de la entrega de las armas de ETA, es consciente de que su reelección será complicada después de que el candidato del PSF Benoit Hamon consiguiera únicamente un 7% de los votos en la sexta circunscripción, que agrupa 25 municipios desde Biarritz hasta Hendaia pasando por Luhuso y Uztaritze. La diputada saliente, de hecho, no descarta ser eliminada en la primera vuelta, a la que acude para saber si los electores aprueban su forma de hacer política. Hasta los adversarios de Alaux destacan su cercanía y su eficacia para llevar a París la voz del territorio, conseguir una institución propia para Iparralde, dar avances en el desarme, evitar el cierre del matadero de Maule o conseguir paralizar un proyecto de extracción de oro en Kanbo.

En la quinta circunscripción, la abogada Colette Capdevielle (PSF) también espera conservar su escaño para proseguir con su trabajo, explica, a favor de los trabajadores, las mujeres y los extranjeros. Capdevielle quiere impulsar el proceso de paz y que la nueva Mancomunidad Vasca se dote de nuevas competencias. Dado que la Constitución gala rechaza cualquier estatus legal para el euskara en Iparralde, tanto Capdevielle como Alaux recuerdan que la legislación prevé estatutos experimentales para llevar a cabo políticas territoriales y proponen que el euskara goce de esta novedad para tener todavía más presencia en la enseñanza, los medios de comunicación y los servicios públicos.

En la cuarta circunscripción, que une el interior de Lapurdi, la baja navarra, Zuberoa y gran parte de la vecina región del Béarn, el centrista Jean Lassalle sueña con una cuarta legislatura en París. En los últimos años, Lassalle se ha convertido en uno de los políticos más mediáticos en Francia, al protagonizar todo tipo de situaciones peculiares para captar la atención pública, desde cantar el himno bearnés en el Parlamento, hasta la huelga de hambre que llevó a cabo en la Asamblea Nacional para protestar contra la deslocalización de una empresa. Incluso realizó una marcha de 5.000 kilómetros por toda Francia para, según explicó, estrechar lazos con los ciudadanos. En las elecciones presidenciales de abril consiguió un 1,2% de los votos, seis veces más en Iparralde. Pero, tras afirmar que en las ikastolas además del euskara se t enseña a manejar armas, el centrista sabe que su reelección es más complicada que nunca. Pese a haber pedido disculpas en numerosas ocasiones, es consciente de que en caso de llegar a la segunda vuelta contará con menos votos en los cantones vascos y con casi ningún apoyo por parte de la izquierda abertzale que consigue sus mejores resultados en esta zona. En 2012, numerosos simpatizantes de EH Bai (la marca de EH Bildu en Iparralde) votaron a Lassalle para impedir que Frantxoa Maitia se convirtiera en diputado.

43 candidatos, tres escaños En cada circunscripción, los parlamentarios salientes tendrán que enfrentarse a una decena de candidatos: conservadores, del Frente Nacional, de la extrema izquierda de Jean Luc Mélenchon, del Partido Comunista, de EAJ-PNB o de EH Bai. Y por primera vez también están en liza candidatos pro-Macron de La République en Marche. La designación de algunos candidatos ha provocado un profundo malestar entre las filas de los macronistas, ya que consideran que han sido impuestos por François Bayrou y que no reflejan la pluralidad y la necesidad de renovación que, a su juicio, reclaman los electores.

Es el caso de la candidata por la comarca de Baiona Florence Lasserre, concejala en Angelu e hija de Jean Jacques Lasserre, senador centrista y actual presidente del departamento de Pirineos Atlánticos. Y las críticas son todavía más virulentas contra el candidato por la costa, Vincent Bru, alcalde centrista de Kanbo conocido por haber firmado un manifiesto contra el matrimonio para personas del mismo sexo. Los primeros militantes pro-Macron aseguran que la postura de Bru es totalmente contraria a los valores del nuevo movimiento. En la cuarta circunscripción, LREM ha investido a un joven militar que reside en Baiona, lejos del distrito que pretende representar en el Parlamento y que podría convertirse en el nuevo diputado del interior de Iparralde.