MADRID - Asume el referéndum unilateral sobre la independencia de Catalunya que la Generalitat plantea celebrar en otoño como la “movilización legítima” que es, pero el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, apostó ayer por que la consulta sea pactada, disponga del reconocimiento internacional y tenga la vitola de la garantía jurídica para que sea vinculante.
“Si es un referéndum unilateral, es una movilización legítima, pero lo que nosotros defendemos, tanto en Catalunya como en España, es que tiene que ejercerse el derecho a decidir. Para que el derecho a decidir se ejerza hace falta que haya un referéndum legal, que sea reconocido internacionalmente y que tenga efectos jurídicos”, resumió Iglesias aferrándose a la postura que el partido viene manteniendo con respecto a la consulta catalana. La formación, al igual que su filial en Catalunya liderada por Albano-Dante Fachín, no se opone a que la ciudadanía sea consultada y, de hecho, ha animado a la participación. Aunque, por otro lado, aboga por dotar al referéndum de carácter vinculante. Ahora defiende el referéndum unilateral, pero dando por sentado que es solo una movilización no vinculante. El Gobierno español es quien tiene la sartén por el mango en cuanto a la organización de consultas y es de sobra conocido que se opone radicalmente a una pactada.
Cuestionado sobre si ve al Gobierno español sería “capaz de usar la fuerza” para evitar ese referéndum de autodeterminación, Iglesias no tuvo reparos en reconocer que el PP podría hacer “cualquier cosa”, incluso haciendo uso de “medidas de fuerza”. Aunque fuera “completamente contraproducente” para evitar el choque de trenes al que se abocan los ejecutivos catalán y español y reconducir la situación hacia la negociación, el líder de Podemos consideró que Rajoy podría echar mano de los “muchos” instrumentos que están a su alcance para bloquear la posibilidad de colocar las urnas. Iglesias, asimismo, animó al PSOE a buscar un encaje a la plurinacionalidad del Estado; al igual que instó al president Puigdemont a acudir al Congreso para explicar sus intenciones. - Efe