barcelona - Josep Pujol Ferrusola, el tercero de los hijos del expresident de la Generalitat de Catalunya y su esposa, defendió ayer a capa y espada a toda su familia ante la investigación de la Audiencia Nacional por las presuntas irregularidades de los negocios y el patrimonio de sus padres y sus hermanos. Arremetió con dureza contra el Gobierno de Mariano Rajoy al que atribuye toda la responsabilidad de que su familia se encuentre investigada y su hermano mayor, Jordi, en prisión incondicional desde hace unas semanas. También cargó contra los tribunales y, en concreto, sobre el juez José de la Mata, que instruye la causa: “Si el juez se lo propone, acabaremos todos en la cárcel”, subrayó.

A su juicio, el que montó esta operación contra su familia fue Jorge Moragas, mano derecha de Rajoy en la Moncloa. “Es catalán, conoce la realidad de este país en la que se asume que el líder de todo es el señor Pujol porque es el baluarte del catalanismo. Tiene una misión que es aniquilar el proceso soberanista o, como mínimo, neutralizarlo”, añadió. Según su relato, Moragas utilizó a Victoria Álvarez. “Era la amante de mi hermano, tenía con él una relación de sexo y dinero, pero en la familia no la conocíamos nadie”, denunció.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, explicó que si su padre hubiera confesado tener una fortuna oculta en el extranjero en 1980 jamás habría alcanzado ese cargo. Tras precisar que el expresident “ya era un hombre muy rico” cuando entró en política, admitió que al alcanzar la presidencia de la Generalitat tras las primeras elecciones de marzo 1980, Jordi Pujol prefirió ocultar el supuesto legado que le dejó su padre, cuando falleció en septiembre de ese mismo año.

En la entrevista también reconoció que la familia quería que este dinero, un legado inicial de dos millones de dólares de su abuelo Florenci, se mantuviera oculto porque “no podíamos explicar que los hijos del president de la Generalitat tenían dinero en Andorra”. En su opinión, ello habría supuesto el fin de la carrera política de su padre, por lo que “no teníamos otra opción” y “este es nuestro pecado”, justificó Josep Pujol.

Abundando en este argumento señaló que “si me preguntas qué prefieres, si 23 años de un president de la Generalitat de primera división como el que hemos tenido y el pequeño pecado que hemos tenido que mantener por una herencia” o renunciar a este president, yo me quedo con la primera opción”. No obstante, apostilló que “la gente de Catalunya decidirá si lo que ha hecho Jordi Pujol por este país ha valido la pena o no”.

El tercero de la saga de los Pujol Ferrusola también afirmó que a la carta del “avi Florenci” dirigida a su madre y a sus hermanos donde les deja la herencia “le faltan unas páginas que mi madre destruyó hace unos años porque no quería que hubiera ninguna trazabilidad sobre este tema y solo se conservan las cuartillas del medio”. - DNA