barcelona - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, acusó ayer a los independentistas catalanes de dejar “muy poco margen” a la negociación cuando mantienen que pase lo que pase organizarán el referéndum en septiembre. Rajoy contestó a las preguntas del nuevo portavoz de PDeCAT, Carles Campuzano, retándoles a plantear una reforma de la Constitución para cambiar el estatus de su comunidad y que sean todos los españoles los que tengan la última palabra.
Campuzano instó al Ejecutivo del PP a “abandonar toda esperanza de impedir el referéndum”, especialmente si Madrid hace del conflicto competencial y del código penal sus únicas armas para contrarrestar una convocatoria a la consulta cuyo apoyo es “mayoritario” en Catalunya. Frente a la cerrazón actual, el PDeCAT recordó la “audacia política” mostrada por Adolfo Suárez hace 40 años, cuando pactó el regreso del president Josep Tarradellas y restauró la Generalitat republicana sin que ni siquiera antes se hubiera aprobado la Constitución. Rajoy censuró que se usara “como argumento la figura de Suárez, que jamás hubiera liquidado la soberanía nacional e ido en contra de la unidad nacional. Ni siquiera el señor Tarradellas lo hubiera hecho”.
El presidente popular, que tiró del argumentario que viene manteniendo los últimos años a cuenta del procés, afeó que los soberanistas catalanes se esfuercen en “retorcer la ley” únicamente para “satisfacer” sus pretensiones. Disociar el referéndum de las leyes que emanan de la Constitución, y que hablan de la indivisibilidad de España, “no es admisible”, ahondó. - Efe