Bilbao - El concejal de Obras, Servicios, Rehabilitación Urbana y Espacio Público del Ayuntamiento de Bilbao, Ricardo Barkala, aseguró ayer que el Consistorio ha retirado 25 placas de homenaje a víctimas de ETA colocadas por Covite debido a que incumplían la normativa. En este sentido, aseguró que la iniciativa “perjudica más que beneficia”, ya que fueron instaladas en la vía pública sin permiso. Barkala resaltó asimismo que la administración bilbaina tiene la obligación de retirarlas, “como en el caso de cualquier otra pancarta”.
Barkala compareció en comisión a petición del PP para informar sobre la retirada de las placas que el colectivo de víctimas del terrorismo, Covite, colocó en marzo en aquellos puntos de la capital vizcaina donde ETA cometió algún asesinato. El concejal explicó las actuaciones llevadas a cabo por las brigadas de limpieza municipales en cumplimiento de la ordenanza de limpieza urbana que obliga al Consistorio a reaccionar frente a estas “actuaciones”.
“Como gestores de lo público tenemos la obligación de cumplir con la norma”, afirmó para después considerar que llevar el asunto “por otros derroteros es intoxicar, ya que se trata una cuestión que no tiene doblez”. Barkala mostró su solidaridad con las víctimas de ETA, pero resaltó que el Ayuntamiento dirigido por Juan Mari Aburto no puede dejar de cumplir con la normativa vigente y, por ello, debe retirar las placas.
Traslado inusual Una jueza de Donostia ha ordenado el traslado a Euskadi del preso de ETA José Manuel Azkarate Ramos, que cumple pena en Alcalá-Meco, para asistir a un juicio por una causa colateral a su condena, y concreta, en contra de lo que es habitual, la cárcel a la que debe ir -normalmente son trasladados a Zaballa- y con una antelación también mayor a la que suele hacerse. Será trasladado a Martutene para estar “a disposición de su letrado para la preparación del juicio con suficiente tiempo”.
Azkarate Ramos se enfrenta a un juicio por haber quebrantado de condena. Su pena inicial por terrorismo era de 51 años de prisión, si bien la entonces titular jueza de Vigilancia Penitenciaria y ahora alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, le concedió el tercer grado debido a una enfermedad. Obtenida la libertad incondicional, no obstante, incumplió las obligaciones impuestas e incluso huyó hasta en dos ocasiones hasta que en diciembre fue detenido en Marsella. - Efe