Barcelona- Tras el ingreso en prisión incondicional de Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del expresident de la Generalitat Jordi Pujol, por ocultar supuestamente 30 millones de euros desde que se investiga la fortuna familiar, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata estrecha el cerco sobre el resto de miembros del clan y empieza a buscar pruebas de su implicación en la estructura ilícita levantada para ocultar su fortuna en el extranjero. Un día después de enviar a la cárcel al primogénito de la familia, el magistrado dirigió ayer sus pesquisas hacia la mujer del ex molt honorable, Marta Ferrusola, que compartía con su hijo mayor una sociedad creada en Panamá para eludir el pago de impuestos de Andorra.

A ello obedecieron los registros que la Policía Nacional practicó en los domicilios y despachos del expresident y su primogénito en Barcelona ante la presencia de ambos. Por este motivo, Pujol Ferrusola fue trasladado de madrugada desde la prisión madrileña de Soto del Real; posteriormente se le autorizó a pernoctar en una cárcel catalana, por “cuestiones humanitarias”. Los agentes también registraron entre las 12.00 y las 13.30 horas la segunda residencia que los Pujol tienen en Queralbs (Girona), en este caso en presencia de Marta Pujol Ferrusola, también imputada en la causa que investiga la fortuna familiar.

Los agentes se llevaron de los registros cajas con documentos, como se pudo comprobar a las puertas del despacho que el expresident catalán tiene en la calle Calabria de Barcelona, donde permaneció durante horas junto a su abogado mientras los agentes buscaban documentación. La única declaración a los periodistas de toda la mañana fue la del propio Jordi Pujol al salir de su despacho, mientras subía a un coche y sin detenerse: “Siento mucho todo esto que está pasando”. El hecho de que los registros buscaran pruebas de la implicación de su esposa pudo hacer mella en su actitud, hasta la fecha desafiante.

Según el auto en el que el juez De la Mata ordenó el martes el ingreso en prisión preventiva sin fianza de Jordi Pujol Ferrusola, éste compró la sociedad panameña Kopeland Foundation, a través de la banca andorrana BPA, para traspasar todos sus saldos en Andorra. Se trata de “una clara operación de blanqueo para ocultar bienes del alcance de la justicia” realizada en las últimas fechas, con el procedimiento judicial ya abierto. Además, el primogénito situó a su madre Marta Ferrusola en la misma fundación, “para ayudarla a ocultar también sus bienes”.

Según el magistrado, Pujol Ferrusola transfirió después todo el dinero a México, evitando, solo con esta operación, que la Justicia le embargara cautelarmente 2,4 millones de euros, al tiempo que los mantenía lejos del conocimiento de la Hacienda Pública. En su comparecencia de hace dos días en la Audiencia Nacional, el hijo mayor de los Pujol no concretó por qué situó a su madre en la fundación panameña, alegando que era una cuestión que había que preguntar a Marta Ferrusola, que en su comparecencia ante el magistrado, en febrero de 2016, se acogió a su derecho a no a declarar.