madrid - Los líderes del PP de 70 municipios de Cantabria se desplazaron ayer a Madrid para pedir la suspensión cautelar de la dirección regional por las presuntas “irregularidades” cometidas durante el congreso regional en el que María José Sáenz de Buruaga fue elegida presidenta. Los populares cántabros no descartan acudir a los tribunales si la dirección nacional no investiga el cónclave en el que Buruaga se impuso a Ignacio Diego por tan solo cuatro votos.

Los cargos populares, que tienen el apoyo de un millar de militantes, entregaron una carta en la que, además de denunciar las presuntas irregularidades, reclamaron ser recibidos por algún miembro de la Ejecutiva del PP, algo que no lograron. Tras censurar “la falta de transparencia y la manipulación de las actas” durante el proceso, fuentes de Génova respondieron que el asunto será abordado cuando pase la Semana Santa. - Efe