DONOSTIA. Savater ha intervenido en la presentación en Donostia del manifiesto "Por un fin de ETA sin impunidad", que ha impulsado junto con un grupo de intelectuales y víctimas de ETA para que "los ciudadanos de bien no caigan en la trampa mediática urdida por la banda terrorista".

Además del filósofo, el texto, que han firmado ya más de 4.500 personas, ha sido promovido por la expresidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua; el socialista exmiembro de ETA Teo Uriarte; el exconsejero vasco Joseba Arregi; el profesor Luis Castells; la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, y el escritor Martín Alonso.

Al acto de Donostia han acudido asimismo representantes políticos como la expresidenta del PP del País Vasco, María San Gil, quien estaba acompañada de la concejal popular en Donostia, Miren Albistur, el exlíder de UPyD Gorka Maneiro y el portavoz de Ciudadanos en el País Vasco, Nicolás de Miguel, entre otros.

Los firmantes abogan por desmantelar "las otras armas" de ETA: "la impunidad, el chantaje moral a las víctimas de ETA, el proyecto político, el discurso del odio y la falsificación de la historia".

En la presentación del manifiesto, que fue hecho público el pasado martes, Savater ha insistido en que no permitirán que la organización terrorista cambie "las armas de matar" por las de "falsificar el sentido político de su derrota".

A su juicio, la "mayor corrupción política de este país ha sido el terrorismo", por lo que no se puede admitir que "los

corruptos que han practicado, apoyado y se han beneficiado del terrorismo ahora saquen rédito y sean los que se llevan el gato al agua".

Savater se ha referido al manifiesto sobre el desarme respaldado ayer por todos los partidos políticos vascos excepto el PP y ha tachado de "espectáculo lamentable" que partidos "constitucionales que tienen muertos de ETA", en alusión al PSE, se presten al "paripé absurdo que hubo ayer para dar un respaldo a la izquierda abertzale".

El filósofo donostiarra ha afirmado que "ahora que se lleva tanto lo de la 'postverdad'", en Euskadi se quiere hacer creer que "(Arnaldo) Otegi con algún otro 'compañerete' socialista son los que han acabado con ETA".

"Las armas, las que vayan a entregar, son una anécdota, porque lo que pasa es que ya no pueden emplearlas, no tienen ni gente ni posibilidades. No las van a emplear pero las van a cambiar por otras que sí están empleando, las armas de la mentira, las armas de la corrupción política, de aprovecharse del miedo inoculado a la sociedad para hacer prosperar sus ideas", ha denunciado.

Por su parte, Maite Pagazaurtundua ha tachado a ETA y a sus simpatizantes de "depredadores morales y políticos", tras lo que ha dicho que los impulsores y firmantes del manifiesto no se conforman con que ahora la organización terrorista no les asesine, sino que aspiran a "regenerar la sociedad vasca".

"Hablamos de las otras armas de ETA, de los arsenales que los demócratas tenemos que desmantelar, porque han sido derrotados operativamente, pero no políticamente y siguen siendo depredadores morales que nos quieren domesticar y someter", ha proclamado Pagazaurtundua.

El manifiesto exige justicia "sin impunidad", rechaza el proyecto político de ETA y la "falsificación de la historia", además de exigir una política penitenciaria que no excarcele anticipadamente a los presos terroristas por el mero hecho de "firmar interesadamente una petición de perdón, reconocer el daño personal y asumir el pago de indemnizaciones pendientes que nunca se efectuará", ya que se trataría de un "fraude" si no existe además colaboración con la justicia para esclarecer los crímenes sin resolver.

"Un final basado en la dignidad de los acosados y asesinados es aquel que se construye sobre la verdad, la memoria, la justicia y la reparación", reza el texto, que ha sido firmado ya por más de 4.500 personas.

Entre quienes lo han suscrito figuran personalidades como Fernando Aramburu, Félix de Azúa, María Teresa Castells, Adolfo Suárez Yllana, Albert Boadella, Martín Casariego, Teresa Fernández Becerril, Javier Rupérez, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Ibarrola y Andrés Trapiello, además de muchas víctimas del terrorismo como Cristina Cuesta, Josu Puelles, María Teresa Díez Bada y María del Mar Blanco.