bilbaO - La discreción demandada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, al resto de actores y participantes en el momento final del proceso de desarme de ETA se resquebraja cada día que pasa desde que los mediadores del grupo de Luhuso hicieron público hace doce días que el próximo 8 de abril se escenificaría el desarme en Baiona.
Quedan menos de dos semanas para la fecha señalada y todavía son muchas las incógnitas sobre cómo, dónde, cuándo y quién materializará la entrega de las coordenadas de geolocalización de los arsenales de la organización armada. Pero la cascada de declaraciones diarias sobre este tema es incesante y todos los días se filtra algún detalle. Ayer fue la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, la que, de manera indirecta, ofreció uno nuevo al insinuar que el acto de desarme será anterior a la iniciativa anunciada por los mediadores de Luhuso para el 8 de abril en Baiona.
Mendia diferenció entre el acto programado para esa fecha en la capital de Lapurdi, en la que los convocantes esperan reunir a “miles de artesanos de la paz”, y el momento en el que se producirá la entrega de las coordenadas de los zulos a las autoridades francesas con la participación de los verificadores internacionales liderados por Ram Manikkalingam.
La dirigente del PSE realizó estas declaraciones durante una comparecencia en Bilbao, acompañada del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, con el que analizó la situación política que viven Euskadi y Catalunya.
Según señaló Mendia, el Gobierno podría acudir al acto de entrega de las armas como tal, pero no cree que “esté en lo del día 8, si es que es el día 8, tal y como se está montando”. Sobre las informaciones que apuntan a que alguien del Gobierno Vasco pudiera estar presente en Baiona, dijo que lo que ha oído del lehendakari es que él o alguien de su Ejecutivo estará en el momento del abandono de las armas, pero no en la capital labortana.
Aparte de la fecha, el lugar, los convocantes y la intención de que sea un acto multitudinario, hasta la fecha se desconoce el resto de detalles de la convocatoria de los Artesanos de la paz para el próximo 8 de abril en la capital labortana. El formato del evento, los protagonistas y el guion que seguirá el acto son una incógnita. Como también lo son cómo, dónde, quiénes y cuándo se materializará la transferencia de la información de los arsenales a las autoridades francesas. Tras la insinuación de Mendia queda claro que no será en Baiona y también que tendrá lugar en otro momento, presumiblemente antes que esa fecha y en un formato más serio, acorde con el modus operandi de los verificadores internacionales.
“Afortunadamente, todos los vascos disfrutamos de la paz, sin tener que esperar a ETA. Todo lo demás, folclores y romerías que se monten en torno a ese hecho [el desarme], están de más”, aseveró Mendia en referencia al acto convocado en Baiona por los mediadores de Luhuso.
Preguntado sobre las manifestaciones de Mendia en torno a su posible presencia en los actos del desarme, el lehendakari Urkullu eludió pronunciarse sobre si él o una representación de su Gobierno estará presente en Baiona y aseguró que se debe “trabajar antes y después” del 8 de abril, jornada en la que ETA debería estar desarmada totalmente, porque “es un día importante”, pero en el que “nada termina”. Tras reclamar discreción a “todos los agentes” para evitar que con declaraciones a los medios puedan provocar reacciones que pongan en riesgo la consumación del desarme, el jefe del Ejecutivo de Gasteiz aseguró que “hará cuanto esté en su mano” para que se logre el desarme total, legal, verificado y sin contrapartidas que se le reclama a ETA.