vitoria - ETA anuncia que para el 8 de abril habrá culminado su desarme. Pero la pregunta es qué queda de la organización armada desde que el 20 de octubre de 2011 anunciara el fin de su actividad
Según diversas fuentes, y por lo que respecta al armamento, tras el zulo descubierto en octubre pasado en Carlepont y las armas decomisadas en la localidad labortana de Luhuso el pasado diciembre, a ETA apenas le quedarían tres centenares de armas cortas. Muchas de estas armas son procedentes del robo efectuado por la banda en la empresa armamentística de Vauvert -cerca de Nimes- en 2006, y otras tantas antiguas y quizá se encuentren ya obsoletas. Por contra, es más difícil calcular el material explosivo o cuestiones como documentación falsa que aún está en poder de la organización armada.
En cuanto a los militantes, fuentes de las fuerzas de seguridad aseguraron en noviembre del pasado año, tras la detención de Mikel Irastorza, considerado el jefe del aparato logístico-militar, que ETA mantenía alrededor de veinte militantes ocultos en Iparralde y en suelo francés, que serían los encargados de custodiar los zulos donde la banda mantiene oculto el material.
Además de esos militantes clandestinos, se calcula que hay alrededor de un centenar de personas que se encuentran refugiadas en países como México, Venezuela o Cuba.
Los presos Sin embargo, el principal activo de una organización que se encuentra inactiva son sus presos. Según los datos que maneja Etxerat, en estos momentos hay alrededor de 380 presos en cárceles de España, Francia, Alemania, Reino Unido y Portugal. A estos presos hay que sumar los que están desvinculados del colectivo del EPPK (Colectivo de Presos Políticos Vascos), por lo que se puede calcular que en la actualidad hay en prisión alrededor de 400 personas por su vinculación presente o pasada con ETA.
El acercamiento de estos presos a cárceles próximas a Euskadi y la puesta en libertad de los reclusos aquejados de graves enfermedades son otros de los ejes básicos para lo que se denomina cierre de ciclo y poner un “final ordenado” a la etapa de la violencia.
Sin embargo, el ministro español de Justicia, Rafael Catalá, aseguró ayer que los “rumores” sobre el posible desarme definitivo de ETA en abril no cambiará la política del Ejecutivo del PP respecto a los presos de la organización. “Ahora hemos conocido estos rumores sobre el desarme. La noticia que todos esperamos es la disolución definitiva de ETA, sobre todo su desarme, y eso será una gran noticia para la democracia española”, subrayó Catalá, al tiempo que recalcó que el Gobierno español continuará aplicando la ley a los presos de la organización armada “en los mismos términos” que desde el PP llegó al Ejecutivo. - Javier Núñez