vitoria - La Ponencia sobre Memoria y Convivencia arrancará mañana sus trabajos en el Parlamento Vasco sin la menor pista sobre sus próximos movimientos. Las fuentes consultadas por DNA aseguran que mañana solamente se activará la ponencia y se fijará una fecha para el próximo encuentro, pero se desconoce aún cuál será la dinámica de trabajo, qué clase de comparecencias de expertos pueden pedir los grupos, o sobre qué materias comenzarán a redactarse documentos. La explicación la sitúan en que, aunque los mínimos éticos sobre la deslegitimación del terrorismo quedaron fijados durante el mandato de Patxi López y siguen vigentes, hay poco más. La ponencia va a partir prácticamente de cero porque durante la pasada legislatura estuvo congelada y no se avanzó en otros documentos. En ese momento, el socialismo la abandonó por sus discrepancias con la izquierda abertzale, y el PP tampoco estuvo. Esa situación va a provocar que la ponencia tenga “todo por hacer” y que vaya a ser necesario mucho trabajo previo para desbrozar el camino. Hay que sumarle que el clima político se ha enrarecido tras las útimas declaraciones de la izquierda abertzale, en las que ha rechazado decir que matar estuvo mal con el argumento de que nunca llegó a asegurar que estuviese bien.
Los partidos van a dedicarse en las próximas horas a acercar posturas fuera de los focos para pactar un calendario de actuaciones. Es posible que pase un tiempo hasta que la ponencia comience a funcionar con soltura. En cualquier caso, el PP no estará, porque ha dejado claro que no acudirá mientras la izquierda aber-tzale no condene a ETA. La Comisión de Derechos Humanos se reunirá mañana para abordar varios asuntos, entre los que se encuentra la activación de esa ponencia. Como sucede con todas las ponencias que se abren bajo el paraguas de una comisión, quien preside esa comisión será también quien ordene los debates de la ponencia. En este caso, es la jeltzale Ana Oregi. - M.V.