bilbao - El socialismo ofreció ayer a Jesús Eguiguren una suerte de acto de desagravio, reconociendo sus esfuerzos en materia de paz y convivencia y entregándole un premio a manos de la propia líder del PSE, Idoia Mendia. El expresidente del partido, que en varias ocasiones se ha sentido desamparado y a quien la política le ha pasado factura en el plano de la salud, fue el hombre designado por el Gobierno de Zapatero para abonar la paz en el proceso de Loiola, y cultivó una relación personal y una intensa interlocución con el líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi. Más adelante, sus planteamientos pasarían a ser recibidos con incomprensión desde algunos sectores en Madrid, y ahora permanece bastante alejado de la primera línea política. Eguiguren se mostró “emocionado” por este premio porque, aunque actuó en todo momento “por obligación y no hay nada que agradecer”, confesó que ha tenido la sensación de encontrar “más agradecimiento fuera de mi gente que en mi gente”.

El histórico socialista se pronunció de esta forma tras recoger de manos de Mendia uno de los I Premios Oroimen Hegoak de las Juventudes Socialistas de Euskadi, en un acto en el Palacio Miramar de Donostia al que acudieron numerosos cargos y representantes del partido como el edil donostiarra Ernesto Gasco o el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso. También fueron reconocidos con estos galardones la Fundación Fernando Buesa y los ediles socialistas vascos por su labor en pro de la paz y la convivencia. Eguiguren aseguró ayer que el Estado español y el gobierno “de turno” han sido “muy injustos” con quienes han luchado contra el terrorismo en Euskadi. A su juicio, este colectivo y sus hijos “tendrían que haber tenido algún tipo de reconocimiento” por parte del Estado. Por ello, dedicó el galardón a las víctimas del terrorismo, en especial a “las invisibles”. Según recordó, “no ha habido ninguna resolución parlamentaria de agradecimiento” y, excluyendo a las víctimas que han sufrido “el zarpazo de ETA”, a los “cientos, miles de personas que han luchado contra el terrorismo, no se les ha dado ni las gracias”. “Quiero dedicar este premio a todas esas víctimas que el Estado no ha querido tener en cuenta”, dijo.

Mendia se refirió a él como “Jesús, el hombre de la paz en Euskadi”, “el que lo dio todo por acabar con el terrorismo: la salud, las horas robadas a su familia. Su vida ofrecida totalmente. Gracias a quien hoy todo es posible en este país”. En un plano más político, avisó de que su partido no va a renunciar a la deslegitimación del terrorismo en la ponencia de paz del Parlamento Vasco. En pleno rifirrafe de los partidos con la izquierda abertzale por su resistencia a reconocer la injusticia del daño causado por ETA, Mendia pidió llegar a un acuerdo sobre el principio de que “nunca se debió matar, secuestrar, torturar, ni amenazar a nadie; el principio de que ni el terrorista ni el torturador debieron ser asesinados, porque ambos merecían tener un juicio; y que ninguna víctima puede quedar desamparada por falta de reconocimiento y de reparación”. Según dijo, hay que asegurar claramente “que matar estuvo mal y que nunca tuvo razón de ser”, y avisó de que no podrá quedar cerrado el capítulo de la convivencia mientras no cesen ataques como los sufridos recientemente por casas del pueblo socialistas, o mientras persistan las campañas de la izquierda abertzale contra la Ertzaintza.

la verdad del socialismo Mendia quiso aclarar cuál es “la verdad”: “que hubo una organización terrorista que mató y persiguió a ciudadanos porque los consideraba enemigos; hubo quien trató de acabar con el terrorismo de ETA con otros terrorismos, igual de rechazables, como el Batallón Vasco Español o los GAL; muchos ciudadanos, vascos y españoles, vivieron alejados de esa realidad; y fueron unos pocos, los resistentes, los que aguantaron firmes y los que dieron sentido a esta batalla”. “Y sí, el relato de nuestro pasado reciente es un mosaico compuesto por la suma de todas estas realidades. Pero es la propia existencia de ETA, injustificada y violenta, la que hila todas ellas. La que da comienzo y final a este drama”, avisó.

Las palabras de Mendia llegan después de que la izquierda abertzale se haya resistido a admitir la injusticia del daño causado por ETA o a decir que estuvo mal. Otegi aseguraba recientemente que él nunca ha dicho que esté bien, y que no se lo ha oído ni a la propia ETA. - DNA