BILBAO - Las asociaciones de apoyo a los reclusos de ETA, Sare y Etxerat, denunciaron ayer que la situación de los presos en las prisiones españolas se “agrava”, y pidieron la excarcelación de los enfermos y el fin de las políticas penitenciarias “de excepción”.
La portavoz de la red ciudadana Sare, Arantza Armentia, alertó de que la situación de los reclusos gravemente enfermos es “totalmente insostenible” y criticó que no se les excarcela “solo para hacer más daño”. Armentia denunció que “no se entiende” que la actual legislación española, francesa e internacional “se incumpla sistemáticamente” de manera “inhumana” y “nadie ponga freno a este incumplimiento”.
“Pedimos encarecidamente a los responsables políticos que esto se solucione y que los presos enfermos salgan a la calle por humanidad. No tiene ningún objetivo que permanezcan en prisión, salvo el de hacer más daño”, argumentó.
Por su parte, el portavoz de Etxerat Urtzi Errazkin denunció que, pese a lo que la “sociedad vasca pueda percibir”, tras los autos favorables de esta semana referidos a la situación de las presos de ETA, Arantza Zulueta y Sara Majarenas, “la cosa no es como la pintan, sino que se ha agravado mucho”.
En declaraciones a Europa Press, el representante de la asociación de familiares de presos de ETA reiteró que la situación de algunos reclusos ha “empeorado” en el último mes y se dan casos que pueden no tener “marcha atrás”. Por todo ello, instó a la sociedad vasca a “meter presión” al Gobierno central para acabar con las “políticas de excepción”.
A juicio de Etxerat, se puede llegar a pensar que la cosa “va mejorando” para los presos de ETA, “pero la cosa no es como la pintan”. “En el último mes hemos tenido siete casos realmente graves y tenemos que poner la luz roja de alarma”, expresó.
Por todo ello, recordó a las instituciones, partidos políticos y sindicatos que “no se puede seguir así” y que “el sufrimiento que padecen los presos también se transmite a los familiares”. Finalmente, Errazkin declaró que “hay que empezar a presionar al Gobierno español”, con quien Etxerat no tiene “vías abiertas de comunicación porque nunca nos responde”. - DNA