MADRID - La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica presentó ayer una queja ante la Oficina del Defensor del Pueblo por algunas de las afirmaciones realizadas por el rey Felipe VI en su discurso con motivo de la Nochebuena, al considerarlas contrarias al derecho de las familias de los 114.226 desaparecidos durante la Guerra Civil.

En un comunicado, la asociación de víctimas del franquismo se refirió al fragmento en el que el rey ayer, en su tradicional mensaje navideño, dijo: “Son tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas”.

Sobre ello, la Asociación considera que se trata de una “declaración política contraria a los derechos de las víctimas del franquismo” y que las palabras pronunciadas por Felipe VI en su discurso han sido expresadas “con un carácter político que no le corresponde a un jefe del Estado no electo y que tiene el deber de representar a toda la sociedad”.

En la nota, la organización incide en la necesidad de “corregir la doble moral de las instituciones” con la que se “protege y garantiza” los derechos de las víctimas del terrorismo, pero no el de los afectados y represaliados por el franquismo, a quienes se les acusa además de “agitar viejos rencores” y de reabrir “heridas cerradas” cuando hacen alusión “a sus legítimas reclamaciones” y a sus derechos reconocidos por los principales organismos humanitarios internacionales.

“Solicitamos a la Defensora del Pueblo que intervenga para señalar los límites de interpretación política del monarca y que en ningún caso sus intervenciones puedan contradecir la protección de los derechos humanos”, sostiene la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Esta queja se produce después de la larga lucha que mantienen las asociaciones de víctimas del franquismo contra el olvido al que ha quedado relegada la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero en 2007. El Ejecutivo socialista mantuvo durante cinco años una partida de subvenciones para ayudar al reconocimiento de los represaliados por la dictadura y para realizar exhumaciones en fosas comunes.

Sin embargo, una vez que Mariano Rajoy accedió a La Moncloa en 2011, eliminó todas las ayudas en ese ámbito. Rajoy no ha derogado la Ley de Memoria Histórica pero ha retirado su financiación, por lo que, según denuncian las organizaciones, los reconocimientos a las víctimas y las exhumaciones han quedado paralizadas o solo pueden realizarse por iniciativa privada. Por ello, las asociaciones reclaman que se vuelvan a contemplar dichas subvenciones durante esta legislatura. - DNA