Bilbao - El fiscal superior de la CAV, Juan Calparsoro, se reafirmó ayer en su intención de pedir la plaza cuando sea convocada de nuevo. Cumplido hace un año el quinquenio de su mandato, ya anunció en octubre de 2015 que su intención era continuar en el cargo. Calparsoro ha permanecido en funciones un año más -el cargo es para cinco años- , una situación derivada de la repetición de elecciones generales, el 20 de diciembre de 2015 y el 26 de junio de 2016, y de la demora en la conformación del nuevo Gobierno español. Calparsoro desveló su intenciones tras reunirse con la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, a la que entregó la memoria de la Fiscalía de la CAV correspondiente al pasado año, trámite que recientemente también ha realizado con el lehendakari Iñigo Urkullu.
La designación del fiscal superior de la CAV depende del fiscal general del Estado, puesto que ahora mismo se encuentra vacante desde que el pasado día 5 cesara Consuelo Madrigal. Legalmente el fiscal general del Estado cesa cuando cesa el Ejecutivo que lo nombró. Así, ahora, el Gobierno de Rajoy deberá nombrar un nuevo fiscal general del Estado.
Calparsoro mostró ayer su esperanza en que se resuelva en “breve” el nombramiento del fiscal general del Estado para que este renueve al fiscal superior de la CAV. “Mi intención es pedir la plaza, pero supongo que habrá más candidatos”, apostilló.
designado por Conde-Pumpido A falta de confirmación, se apunta la posibilidad de que uno de estos candidatos en la pugna por la Fiscalía de la CAV podría ser el fiscal general de Álava, Josu Izaguirre, que en 2010 ya compitió con Calparsoro.
Entonces, tras el cese de María Ángeles Montero, su predecesora en el cargo, Calparsoro, que era fiscal superior de La Rioja, optó a un cargo al que también presentó su candidatura Izaguirre. El Consejo Fiscal se inclinó en favor de Izaguirre, que logró seis votos por cinco para Calparsoro. Sin embargo, la decisión del Consejo Fiscal no es vinculante, sino consultiva, ya que la última palabra la tiene el fiscal general del Estado, y en aquella ocasión Cándido Conde-Pumpido, designado por el socialista Rodríguez Zapatero, optó por Calparsoro por afinidad.
Así, el caso de presentarse de nuevo Izaguirre, Calparsoro, de un talante progresista y que ha sido miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), tendrá complicada su reelección ante el fiscal de Álava, a priori un hombre con el que el nuevo fiscal general del Estado, nombrado por el Ejecutivo del PP, tendrá una mayor afinidad.
Nacido en Donostia en 1960, se licenció en Derecho por la Autónoma de Madrid en 1982. Fiscal desde 1985, comenzó a ejercer en la Fiscalía de Donostia en marzo de 1986, donde, además del despacho ordinario de asuntos, desempeñó entre otros puestos los de fiscal de Menores y fiscal de Medio Ambiente. Fue teniente fiscal de los juzgados de la capital guipuzcoana desde junio de 1998 hasta junio de 2004, cuando fue nombrado fiscal superior de la Comunidad Autónoma de La Rioja, siendo renovado en septiembre del año 2009 por cinco años más.
En octubre de 2010 fue nombrado fiscal superior de la Comunidad Autónoma del País Vasco, en sustitución de María Ángeles Montes.