madrid - El socialismo vasco tuvo ayer una importante cuota de protagonismo en el Comité Federal del PSOE. Por activa y por pasiva los delegados vascos estuvieron muy activos durante el debate sobre la posición ante la investidura de Rajoy y también en las valoraciones posteriores. Y sus intervenciones evidenciaron diferencias estratégicas sobre el devenir del partido. A un lado, los representantes orgánicos del PSE hicieron piña en torno al no a Rajoy que han mantenido desde el primer momento. Enfrente, dos pesos pesados como Ramón Jáuregui y Eduardo Madina defendieron la posición oficial de Ferraz que, finalmente, resultó ganadora.

El diputado vasco suena como uno de los llamados a dar el salto a la Secretaría General del PSOE y se ha mantenido a la expectativa durante el turbulento periodo abierto tras el Comité del 1 de octubre que abrió en canal al partido. Es considerado como un importante activo y se espera de él algún movimiento.

Madina tomó la palabra en el Comité Federal para defender la abstención del PSOE y llegó incluso a afirmar que “no soy ningún hereje por defender la abstención”. El que disputara la secretaría general con Pedro Sánchez aseguró que abstenerse no significa ser “dueños del bloqueo del sistema” como quiere hacer ver Podemos. Además defendió que desde el Congreso “se pueden cambiar muchas cosas” y rechazó que se someta la resolución del Comité a la militancia.

Ramón Jáuregui votó en el mismo sentido que Madina y se alineó con la abstención. El recién nombrado por la gestora del PSOE presidente de la Delegación Socialista española en el Parlamento Europeo apuesta por una abstención técnica como la mejor opción al no haber sido capaces de formar un gobierno alternativo. El eurodiputado vasco considera que no se puede prolongar este “desprestigio internacional por no tener gobierno e ir una y otra vez a elecciones” y considera que su partido tiene la responsabilidad de desbloquear la situación de desgobierno en la que se encuentra el Estado español tras más de 300 días de Gobierno en funciones.

La posición de los dos influyentes dirigentes socialistas vascos contrastó con la mantenida por el exlehendakari Patxi López y, con él, la cúpula del PSE. De entrada, Txarli Prieto fue el encargado de defender la propuesta alternativa a la presentada anteriormente por Elena Valencia. El recién elegido vicepresidente de la Mesa del Parlamento Vasco señaló ante el Comité Federal que se mantenía en el no porque la abstención supondría “lastrar el futuro del partido y, además, solo retrasaría unos meses la repetición electoral”.

Fue la misma línea argumental que utilizó Idoia Mendia quien advirtió en el Comité Federal que una abstención a Mariano Rajoy dejará al partido “desdibujado, sin liderazgo y con una culpa imborrable” por haber facilitado un gobierno del PP.

La secretaría general del PSE echó por tierra el argumento de los partidarios de la abstención, que se amparan en que de esta forma se empezará “cuanto antes” a derogar la obra de Rajoy. “Nos lo dicen no sé si desde la candidez más absoluta o desde la creencia que los que aquí nos sentamos somos borderlines”, subrayó, para a renglón seguido añadir que si hay gobierno del PP “no será un infierno” para Rajoy al dudar de que se puedan derogar, por ejemplo, la Ley Mordaza, la reforma laboral o acabar con los recortes. Ante este escenario, la dirigente socialista considera que el PSOE tendrá “muchas dificultades” para hacer oposición y estará “desdibujado y sin liderazgo”, subrayando que es por la izquierda por donde el PSOE “se está desangrando”.

abstención mínima También Patxi López defendió el no a Rajoy porque sigue creyendo que “lo mejor para el país y el PSOE no es avalar a un gobierno que es incapaz de vertebrar el país y cohesionarlo, que lejos de resolver los problemas de los ciudadanos, los agrava, especialmente los de los más humildes”. El diputado que formaba parte de la dirección de Pedro Sánchez rechazó la abstención en la investidura y resumió su postura con la siguiente frase: “No compremos un respiro momentáneo al precio de ahogarnos para el futuro”.

Preguntado por qué fórmula defendería si se decide cambiar a la abstención, si la de todo el grupo o una mínima, el diputado vasco apostó por esta segunda, que consistiría en que solo se abstuvieran los once diputados que son necesarios para que Rajoy salga investido en una segunda votación. “Creo que lo que debemos buscar es no hacernos más daño y buscar fórmulas que permitan no fracturar más al partido y que, además, evidencian que, en ese caso de que saliera la abstención, ese aval sea el mínimo posible”, afirmó.