beirut - Las autoridades sirias anunciaron ayer la salida de combatientes del este de la ciudad septentrional de Alepo, sitiado por el ejército y en poder de la oposición, durante la jornada de “pausa humanitaria”, lo que fue negado por activistas.

Según la agencia de noticias oficial siria, SANA, un número indeterminado de milicianos abandonó ayer los barrios orientales de la ciudad a través de uno de los corredores humanitarios establecidos por los soldados sirios, en colaboración con las fuerzas rusas. La agencia precisó que los combatientes atravesaron por el paso de Bustan al Qasr y que después regularizaron su situación legal de acuerdo con un decreto de indulto promulgado por el presidente sirio, Bachar al Asad. Sin embargo, desde el este de la localidad, el director del Organismo Forense de los yihadistas Alepo Libre, Mohamed Kahil, negó por teléfono que ninguna persona hubiera salido de esa zona.

amenazas de muerte La televisión siria aseguró, por su parte, que facciones armadas atacaron y golpearon a los civiles que pidieron salir de los distritos orientales, mientas que la agencia rusa Ria Novosti afirmó que el antiguo Frente al Nusra (actual Frente de la Conquista del Levante) amenazó con ejecutar a los vecinos que trataran de marcharse. Durante la jornada de ayer, helicópteros militares arrojaron cientos de octavillas sobre el este de Alepo con mapas con la localización de los pasillos humanitarios y llamamientos para que los combatientes entreguen sus armas y los civiles abandonen la ciudad.

Por su parte, la ONU se desvinculó ayer de la creación de esos corredores, lo que describió como una iniciativa unilateral rusa. No obstante, el coordinador de ayuda humanitaria, Jan Egeland, reveló ayer en Ginebra que el organismo internacional está centrando sus esfuerzos en aprovechar esta tregua para evacuar a heridos y enfermos graves, posiblemente a partir de hoy viernes.

Kahil destacó que las instituciones médicas del este de la urbe han hecho un llamamiento a las organizaciones internacionales, como la ONU y la Cruz Roja, para que evacúen a los heridos graves que no pueden recibir tratamiento en la zona. Sin embargo, quieren que se cumpla una condición: “Que haya una supervisión internacional, la evacuación no debe depender de la Media Luna Roja Siria, vinculada al régimen, ni del Gobierno”, subrayó.

Esta pausa humanitaria, iniciada ayer en Alepo, ha propiciado la interrupción de los bombardeos y disparos de artillería en los dos últimos días. Tras su comienzo a primera hora de ayer, todavía es confusa su duración: El Ejército sirio adelantó que se prolongaría durante tres días, mientras que Moscú anunció una extensión de 24 horas a partir de este viernes y la ONU señaló que Rusia se había comprometido a alargarla durante 4 jornadas, once horas diarias. - Efe