gasteiz - Ya al poco de salir de prisión, Arnaldo Otegi regresó al Parlamento Vasco en una visita protocolaria al grupo de EH Bildu, pero fue ayer cuando por primera vez en más de una década tomó parte activa en la actividad de la Cámara, al frente de la delegación de la coalición abertzale que se reunió con Elkarrekin Podemos.
El secretario general de Sortu y frustrado candidato a lehendakari trató de mantener un perfil bajo en esta ocasión. Se sentó a un lado de la mesa, junto con las tres cabezas de lista de la coalición, Jasone Agirre, Maddalen Iriarte y Miren Larrion, y el parlamentario Iker Casanova; y a la hora de las intervenciones dio un paso atrás para que fueran Larrion e Iriarte quienes expusieran su visión sobre la reunión con Elkarrekin Podemos.
Sin embargo, acabó por intervenir. Los periodistas preguntaban a Iriarte si había ya alguna decisión sobre quién será el portavoz del grupo parlamentario. “Yo no”, señaló el candidato inhabilitado, quien a continuación aseguró que EH Bildu está “magníficamente representado” con sus 18 parlamentarios y que él se limitará a “ayudar en lo que pueda” en la Cámara. De hecho, sólo dedicará una parte de su actividad a los entresijos legislativos. “Mi labor política principal no será aquí, seguiré en la búsqueda de grandes acuerdos de país; yo estaré donde la gente quiera que esté”. A ese “yo no” con el que inició su improvisada intervención le siguió, por cierto, un “de momento”.
En cualquier caso, una vez se había puesto ante el atril de la sala de prensa se abría la posibilidad de preguntar, y a Otegi se le inquirió sobre los contactos con el PNV y sobre la condición previa planteada por el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, de consensuar un diagnóstico sobre el impacto de la violencia de ETA.
“Si alguien tiene problemas para decir qué quiere hacer y con quién, que no busque argumentos en otras formaciones”, respondió Otegi, quien señaló que “no es conveniente plantear condiciones previas en público” cuando se aborda una negociación política y que por ello considera que las palabras de Ortuzar fueron “poco afortunadas”. - DNA