madrid - Todos los acusados que han declarado hasta el momento por las tarjetas black han hecho un frente común de defensa contra el documento de Bankia en el que se desglosa todos los gastos que efectuaron argumentando que sus tarjetas fueron clonadas y que se cargaron compras que “jamás” hicieron. Durante la sexta sesión de juicio en la que el tribunal dirime si los 65 ex altos cargos y directivos de las entidades hicieron o no un uso indebido de las black, los acusados se negaron a reconocer la prueba pericial aportada por la entidad nacionalizada asegurando que les “repugna” o que se debería hacerle una “enmienda a la totalidad”.

El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán declaró que gastó con su tarjeta opaca la mitad de lo que se le atribuye, en todas las ocasiones en restaurantes del expresidente de la patronal madrileña Arturo Fernández y siempre para agasajar a empresarios, a los que les decía que “invita Caja Madrid”. En el breve interrogatorio al que le sometió el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón en la Audiencia Nacional, que fue abucheado en la sala por emplear la expresión black, señaló que durante los seis años en los que fue consejero de la Caja -entre septiembre de 2003 y noviembre de 2009-, sólo efectuó gastos con la tarjeta durante el último año y medio.

En ese tiempo, durante el que desembolsó 94.000 euros, la empleó para celebrar almuerzos y cenas en restaurantes propiedad de Fernández, con empresarios de Madrid y de otras regiones, dijo, pero enfatizó que únicamente reconoce la mitad de lo que se le atribuye. “Reunía a empresarios en comidas y les iba aconsejando que abrieran (cuentas) en Caja Madrid. Yo creo que conseguí muchos clientes, y por eso pensé que no tenía por qué pagar de mi bolsillo. A todos ellos les decía, os invita Caja Madrid”, explicó.

el desayuno de ferrán Durante su declaración, Fernández, que debió esperar a que Díaz Ferrán desayunara y estuviera en la sala, relató que éste era un cliente “de toda la vida, que consumía en la cadena”, donde hacía “muchas reuniones de trabajo”, y explicó que entregaba en los locales, a cuenta de su facturación, unas cantidades fijas que luego se liquidaban.

Por lo que respecta a las hojas de excel aportadas por Bankia con el detalle de los desembolsos de los consejeros, según Díaz Ferrán figuran cargos que no ha hecho y otros aparecen duplicados, en tanto que es posible que no se reflejen gastos que sí efectuó. “La hoja excel sólo sirve para que en televisión digan que me he comprado una mesa”, añadió, tras reiterar que impugna “todos los gastos que no son de restauración, y la mitad de los que así se consideran”.

En el mismo sentido se manifestaron el resto de acusados que declararon ayer, todos contestaron solo a las preguntas del Ministerio Fiscal y de sus respectivos abogados, ante los que pusieron en duda la veracidad de los apuntes que se les imputan. El que fuera presidente de la comisión de Control, Pablo Abejas, al que se le achacan, con tarjeta de Bankia, 0,99 euros en “instrumentos musicales, que no puede ser sino un silbato”, negó validez a las tablas de excel. Con la tarjeta de Caja Madrid, Abejas habría desembolsado 246.700 euros.

También los exconsejeros de Caja Madrid Alberto Recarte -que habría gastado 139.900 euros- y José María Arteta Vico -, sostuvieron que no reconocen las excel, principal prueba del presunto delito de apropiación indebida del que se les acusa, ya que contienen multitud de errores. Asimismo, Luis Blasco Bosqued, exconsejero y expresidente de Telefónica Contenidos, que presuntamente gastó 51.500 euros, indicó: “Hasta no tener un justificante con mi firma no puedo reconocer nada” del listado.

Tanto el que fuera integrante del consejo a propuesta de CCOO, Pedro Bedía, como el exconsejero en representación del PP Darío Fernández-Yruegas, a los que se imputan desembolsosde 78.200 y 69.800 euros, respectivamente, pusieron en duda la validez de los documentos. Rubén Cruz Orive, exconsejero a petición de IU, declaró que no reconoce los gastos de 233.700 euros imputados. Jesús Pedroche, expresidente de la Asamblea de Madrid, con gastos 132.200 euros, dijo que su contabilidad no coincidía con la de Bankia. - DNA