bilbao - El PP no firmará un pacto de estabilidad para toda la legislatura del lehendakari Urkullu. Los populares se situaron ayer claramente en la oposición y, en todo caso, accederían a explorar acuerdos puntuales en materias concretas cuando surjan las distintas votaciones. No supone ninguna novedad con respecto a la pasada legislatura, cuando cuajó un número más bien limitado de pactos con el PNV, cuyo máximo exponente fue el acuerdo fiscal llevado a las Juntas Generales y firmado con los socialistas en un momento muy temprano del mandato de Urkullu. El desmarque no supone un jarro de agua fría para el PNV, puesto que los propios jeltzales no contemplaban al PP como un posible socio. No es ningún secreto que las relaciones entre ambos están maltrechas desde que los populares intentaran sembrar sospechas de corrupción sobre los jeltzales, y después de la legislatura de Mariano Rajoy en el Gobierno español, presidida por los constantes conflictos de competencias para preservar el autogobierno vasco. A todo ello se suman las discrepancias de raíz en materia de paz y autogobierno que los separan y complican un acuerdo estable. Además, la suma con el PP no brindaría una mayoría absoluta al PNV.
Los dos partidos se reunieron ayer durante hora y media en Sabin Etxea, una cita que puso el cierre a la primera ronda de contactos del PNV para conformar un gobierno. A expensas del balance que hagan público hoy los jeltzales, el horizonte de posibles alianzas comienza a despejarse. En concreto, en el transcurso de la primera ronda, dos partidos se han descartado y han pasado ya a la oposición, PP y Elkarrekin Podemos. Eso supone acotar el abanico de pactos a los socialistas y la izquierda abertzale, que en mayor o menor grado han accedido a explorar alianzas.
El acuerdo con los socialistas quedaría un escaño por debajo de la mayoría absoluta, pero no sería baldío porque ayudaría a Urkullu a desactivar un bloque de izquierdas que pudiera legislar en su contra. PNV y PSE se conocen y gobiernan en coalición en las tres diputaciones y un puñado de ayuntamientos. En EH Bildu, por su parte, se mostraron ayer mismo muy conciliadores apostando por cualquier tipo de acuerdo con el PNV, aunque los jeltzales albergan ciertas reservas por el historial de rivalidad entre los dos partidos y porque en campaña la izquierda abertzale apostó por un acuerdo a tres que incluyera a Elkarrekin Podemos, una fórmula desactivada por el propio partido morado.
La claridad de los populares a la hora de situarse en la oposición permite descartar un pacto a tres con el PNV y el PSE. Esa fórmula la habían alimentado determinados círculos de opinión al constatar que la suma con los socialistas no garantizaría por sí sola a Urkullu la mayoría absoluta. También queda descartado un cambalache que suponga que el PP apoye a Urkullu en suelo vasco a cambio del aval jeltzale a Rajoy en Madrid, una vía que siempre descartó de manera tajante el PNV.
Los populares no dejaron resquicio para la duda tras el encuentro, al que acudieron su presidente, Alfonso Alonso; la secretaria general, Nerea Llanos; y el portavoz parlamentario, Borja Sémper. Al otro lado de la mesa se situaron el lehendakari Urkullu y el presidente de la ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar. Alonso detalló que el PNV les había entregado un documento de propuestas, pero que el PP ha querido “dejar claro” que tienen vocación de alternativa. “Somos la voz de los no nacionalistas en la Cámara. Esa es nuestra vocación”, avisó. Es más, advirtió de que “no se harán nacionalistas ni reconocerán ninguna nación” con tal de pactar con el PNV, en respuesta a las palabras de Ortuzar en las que apostaba por dar preferencia a quienes reconozcan la nación vasca. Fuentes jeltzales vieron claramente situado al PP en la oposición, y no como opción de gobernabilidad. A partir de ahí, Alonso sí se prestó a acuerdos concretos desde la centralidad, siempre y cuando el PNV no caiga en la hoja de ruta soberanista de Catalunya.
Desde EH Bildu, la cabeza de lista por Álava, Miren Larrion, se mostró más conciliadora y abierta a las alianzas. En una entrevista concedida a Onda Vasca, se declaró dispuesta a cualquier tipo de acuerdo, desde un gobierno de coalición hasta un pacto de legislatura o alianzas puntuales en los grandes debates de país, aunque a renglón seguido enfrió la posibilidad de entrar en un ejecutivo jeltzale. Su propuesta pasa por ir trabajando en la relación y tejer una red de confianza poco a poco, y propuso tres ejes (empleo e industria, autogobierno y paz) para construir esos acuerdos. “Entra cualquiera de las posibilidades, desde poder entrar al gobierno con ellos, no entrar al gobierno y hacer un pacto de legislatura en torno a esos tres ejes, o acuerdos coyunturales y estructurales en función de cada punto. Las posibilidades son las tres y, además, no solo no nos cerramos a ninguna, sino que, incluso, entendemos que podría ser la confluencia de todas. Es decir, parece muy poco probable, incluso por nuestra parte, que se entrase a un gobierno ahora. Podríamos empezar con los acuerdos, ir ganando esa confianza e ir haciendo ese trabajo conjunto”, dijo.
Balance jeltzale Ortuzar expondrá hoy en rueda de prensa el balance del PNV sobre la primera ronda de contactos. Queda por aclarar si los jeltzales volverán a citar a todos los partidos a una segunda ronda, o si se centrarán en los grupos que han visto margen para un acuerdo estable, PSE y EH Bildu. El PNV no ha precisado aún qué fórmula de gobierno está buscando (coalición o apoyo externo), ni tampoco ha revelado sus preferencias por ningún partido en concreto. En la pasada legislatura, tuvo un acuerdo presupuestario y de empleo con el PSE que le permitió aprobar los tres últimos proyectos de Cuentas.