MADRID. El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, ha asegurado hoy que uno de los problemas que ha llevado a los socialistas a "la peor situación desde la Transición" es que el partido "se ha podemizado" y ha intentado parecerse a la formación que lidera Pablo Iglesias.

Fernández ha defendido que el PSOE necesita "cambiar su modelo" y mejorar la manera de tomar posiciones ante los retos que afronta la ciudadanía, pero respetando la "cultura" del partido.

"En mucha medida, el problema que tenemos, y por la irrupción también de Podemos, afecta al partido en el sentido de qué partido es el socialista. Se ha podemizado en gran medida el propio partido", ha lamentado el presidente asturiano.

A su juicio, desde la aparición de la formación morada hace casi tres años, el PSOE ha pretendido responder de la misma manera cuando el partido de Iglesias "no tiene la cultura del PSOE".

Una organización con casi 140 años de historia como el PSOE, ha insistido, no puede actuar como una formación nueva que "está convirtiendo la indignación en política".

"Nosotros somos otra cosa y hay que demostrarlo ahora en las instituciones, ahora que Podemos ha pasado de ser una guerrilla a una tropa regular", ha sostenido.

Fernández, que en Asturias gobierna con el apoyo de IU, ha subrayado que "el PSOE es un partido de mayorías y el día que deje de serlo, ya no será el PSOE".

"Podemos hegemonizar la izquierda, pero si no eso lo hacemos al precio de no ser alternativa de gobierno, ya no seremos nosotros mismos", ha advertido.

Aunque ha recordado que el PSOE es un partido obrero, socialista y federal, precisa "contar con toda esa gente que no es obrera, ni socialista, ni federal", entre los que ha citado a los pequeños empresarios, los funcionarios y, en general, las capas medias.

El presidente de la gestora ha reconocido que el PSOE atraviesa una situación "dramática", que ha considerado "la peor desde la Transición", y que ahora es preciso "preocuparse por la supervivencia y la coherencia del partido".

En su opinión, "lo que ha faltado dentro de la organización ha sido debate".

Se ha marcado como tarea prioritaria al frente de la gestora "rebajar las tensiones", al admitir que "pacificar" a los dos bloques enfrentados "no se puede hacer en el corto plazo".

Fernández ha considerado que el PSOE estaba "en una situación muy difícil" antes del Comité Federal del pasado sábado, pero que en esta reunión hubo "una explosión interna por muchas tensiones" que había acumuladas.

El presidente ha desvelado que ayer, lunes, antes de la primera reunión de la gestora, llamó a Sánchez para ver "si necesitaba algo", pero estaba comunicando, por lo que no pudo hablar con él.