barcelona - Como era previsible, Mariano Rajoy volvió a ignorar las proclamas soberanistas de los grupos catalanes y tildó el desafío secesionista como “el reto más grave que tiene planteado España en estos momentos” y “una amenaza explícita contra la unidad territorial”. El candidato del PP utilizó su discurso de investidura para realizar una ferviente defensa de la unidad de España y de su Constitución, llamando a evitar “una enorme fractura en la sociedad catalana”. En su alegato llegó a citar incluso la Carta Magna de 1812 como fundamento de la soberanía nacional, algo que sorprendió al portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien se cuestionó irónicamente si los latinoamericanos “se han echado a temblar porque Rajoy quiera recuperar su soberanía”.
Las palabras del presidente español en funciones fueron duramente criticadas tanto por ERC como por PDC, la antigua Convergència. El portavoz de los republicanos, Joan Tardà, le acusó directamente de buscar en Catalunya “un enemigo interior con el que tapar su incapacidad para resolver los problemas más nimios” y tildó el pacto alcanzado entre PP y Ciudadanos como “un matrimonio de la derecha que huele todavía al franquismo y la derecha 2.0”.
Por su parte, el portavoz del Partit Demòcrata Català (PDC), Francesc Homs, culpó a Rajoy de presentar un discurso “de quien quiere vencer y no convencer” y auguró su fracaso en la votación que tendrá lugar hoy en el Congreso. Respecto a la cuestión soberanista, el dirigente de la antigua CDC aseguró que el Govern de Puigdemont seguirá adelante con su hoja de ruta “a pesar de sus amenazas” y ridiculizó la “actitud a la defensiva propia de quien ve la cuestión catalana perdida”. - DNA