donostia - El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, tildó de “infamia” hacia las víctimas del terrorismo que el candidato a lehendakari de EH Bildu, Arnaldo Otegi, pueda presentarse a las elecciones del 25 de septiembre. De visita en Euskadi en un acto de los populares vascos en Donostia, certificó que el líder de la izquierda abertzale está “inhabilitado”. Y sería “ineligible”, según “ha afirmado la Fiscalía a la Audiencia Nacional”, no solo por mandato judicial, sino porque es “un terrorista confeso y el hecho de que haya cumplido su pena no le hace inocente”.

El dirigente del PP recordó que Otegi “es alguien que disparó a un compañero de su partido como Gabriel Cisneros cuando intentaba secuestrarle y casi lo mata” y estuvo implicado en el secuestro de Javier Rupérez. Y “no ha cumplido las penas accesorias” , que hacen “que no pueda tener derecho a sufragio pasivo y no pueda presentarse a ningún cargo publico”, una condena “que está vigente hasta 2021”, aseveró. Los populares confían en no tener que impugnar la candidatura que encabeza, si bien ya han delantado que darán ese paso judicial si finalmente es incluido en las listas. Casado mostró su respeto a “absoluto a la separación de poderes”, pero expuso la postura de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que emitió recientemente un escrito a la Junta Electoral para no permitir su candidatura. Su postura ha sido “clarísima”, resumió.

EH Bildu, por el contrario sigue manteniendo que Otegi estará en la ternas de aspirantes a Lehendakaritza. Ayer fue la cabeza de lista de por Araba quién aseguró que no cabe posibilidad a su inhabilitación a pesar de que el PP, un partido marcado por la “corrupción”, muestre un papel proactivo para tratar de sacar al líder de Sortu de las elecciones vascas. Más, si cabe, a tenor de que su aspirante a lehendakari, Alfonso Alonso, está condenado junto al dirigente alavés Javier Maroto por el Tribunal de Cuentas del Estado por el llamado caso San Antonio. Esa postura del Partido Popular responde únicamente a su “nerviosismo” y al “temor” de que el regreso del dirigente abertzale contribuya a un “cambio real” en Euskadi, tal y como puntualizó. - DNA