Panamá - La ampliación del Canal de Panamá, un hito de la ingeniería moderna cuyo principal proyecto, el tercer juego de esclusas, construyó un consorcio liderado por Sacyr, se inauguró ayer con el tránsito de un buque chino de gran calado. El Cosco Shipping Panamá fue el primero en entrar en la ampliación del Canal e inició el tránsito inaugural del ensanche por la esclusa de Agua Clara, en la vertiente del Atlántico.
El barco, un neopanamax de 48,25 metros de manga y 299,98 metros de eslora y capacidad para transportar hasta 9.400 contenedores, entró en la cámara baja de la esclusa de Agua Clara pasadas las 7:30 hora local (12:30 GMT).
El buque fue amarrado por gigantescas cuerdas para mantenerlo controlado mientras la cámara baja es llenada por millones de litros de agua para elevarlo a nueve metros y permitir su paso a la cámara media.
El Cosco Shipping Panamá pasó la esclusa de Agua Clara, para luego seguir su marcha hacia la de Cocolí, en el Pacífico, donde finalizó su tránsito por el ensanche, de cerca de 80 kilómetros.
Problemas La construcción no ha estado exenta de polémica. Las nuevas de esclusas, con dimensiones de 427 metros de largo por 55 metros de ancho y 18,3 metros de profundidad, requirieron un total de 4,4 millones de metros cúbicos de hormigón y 30.000 trabajadores a lo largo de casi nueve años.
Fueron construidas por el Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la empresa española Sacyr, que firmó en el 2009 un contrato de 3.118 millones de dólares pero ha presentado reclamaciones económicas que suman unos 3.400 millones de dólares.
El retraso en la entrega de las obras en 20 meses y los sobrecostes imprevistos dispararon el coste hasta los 5.250 millones de dólares (4.800 millones de euros), motivaron un conflicto entre el grupo constructor, encabezado por Sacyr, y la autoridad del canal (ACP).
Pero Panamá ha optado por aparcar esas diferencias y vender al mundo un proyecto con el que esperan multiplicar por tres los ingresos que obtienen para las arcas del Estado. “La satisfacción de ver terminada la obra da un sabor tan rico que comienza a tapar todas las vicisitudes”, señaló Jorge Luis Quijano, el administrador del Canal, quien añadió que “esta ruta de tránsito es la punta del iceberg de un ambicioso plan destinado a convertir a Panamá en el centro logístico de las Américas, y representa una oportunidad significativa para los países de la región de mejorar sus infraestructuras, hacer crecer sus exportaciones y activar su crecimiento económico a la par con nuestro país”. - Efe