no son sólo los quince días de la campaña que acaba de finalizar. En las semanas previas, decenas de simpatizantes de las distintas formaciones que concurren a los comicios se han volcado en la preparación de toda la logística necesaria para que los candidatos puedan subirse a un atril en cualquier punto de Euskadi y lanzar sus mensajes a la ciudadanía.
Es la segunda vez en apenas seis meses que a todas estas personas, militantes anónimos y colaboradores de PNV, PSE, EH Bildu, PP, Podemos, Ciudadanos y otras formaciones, les ha tocado entrar en la vorágine de una campaña electoral, bien sea acarreando equipos, conduciendo furgonetas o diseñando y llevando la batuta de todos los actos.
EH Bildu ha buscado en esta campaña un ambiente cercano y relajado, que invite a la interactuación, al coloquio. Ante una pantalla de televisión; tres sillas, un par de cajas de atrezzo, un atril y dos altavoces componían la escenografía de la coalición en los primeros compases de la campaña. Enfrente, muy cerca del improvisado escenario, un montón de sillas para favorecer esa idea de que EH Bildu viene a hablar, pero también a escuchar.
Jon Ander Olalde es una de las personas que se ha encargado de que todo esté a su hora en su sitio, una vez más. “Que se repitan las elecciones al principio sí nos pareció una chapuza, encima en el mes de junio”, confiesa, pero “luego ves el resultado del ekitaldi de hoy y merece la pena”.
Jon Ander explica que para esa exposición de apenas unos pocos minutos es preciso desarrollar “un trabajo previo de mucho tiempo que luego igual la gente no lo aprecia, pero si se hace bien da fuerzas para seguir”. Todo comienza “semanas antes de empezar la campaña”, cuando “se prepara una especie de protocolo para saber cómo actuar, y cuando llega la hora de la verdad, con esta organización previa, se hace todo en un titá”. En toda esta tarea de coordinación, transporte, montaje y desmontaje, Jon Ander se encarga de “echar una mano en lo que puedo; hago vídeos y fotografía, muevo sillas, monto audios y altavoces... Es un curro, pero esto es como una cuadrilla y lo haces en un buen ambiente”, asegura.
Ajustados y austeros Tomás Mayo es el responsable de organizar la campaña del PP, y no duda en confesar que “nadie quería unas segundas elecciones, pero si estamos tenemos que esforzarnos para dar a conocer el proyecto que tenemos para la ciudadanía”. Al margen de la labor política en la campaña, “decidir el mensaje”, “hay que buscar el marco y los recursos necesarios para que ese discurso tenga un encaje”. Así pues, es necesario encontrar un estilo acorde a lo que se quiere decir. “No sólo se trata de ver qué megafonía utilizamos, recursos interiores o exteriores, sino que todo lo que acompaña a la campaña vaya en concordancia con lo que queremos transmitir”, señala Tomás. Así, en los últimos quince días el PP ha hecho bandera de la moderación y la contención, pues “esta es una segunda vuelta de las elecciones de diciembre y nadie entendería que invirtiéramos los mismos recursos que entonces, toca ser más ajustados y austeros”.
En el PP empiezan a preparar las campañas dos meses antes, pero “la locura suele ser las dos semanas previas, que es cuando todo está en el aire, cuando todo el mundo empieza a pedir que concretemos”. Luego, una vez empiezan los actos electorales, “básicamente se trata de que lo que está previsto se desarrolle con normalidad, y hacer frente a los imprevistos”. Tomás confiesa que en esos días, con el domingo 26, el día de hoy, en el horizonte, “los que estamos metidos en esto vemos la campaña casi como una liberación, son días que vamos borrando del calendario”.
Adelaida Suárez, coordinadora autonómica de campaña de Ciudadanos en Euskadi, explica que tras los comicios de diciembre tomaron nota en el partido naranja de lo que se había hecho mal y en estas dos semanas han introducido novedades. “Hemos abordado la campaña de una forma global, más autonómica, no tanto por provincias como con actos con una mayor presencia de afiliados, representantes institucionales y candidatos”, señala. La idea era organizar una campaña “a pie de calle, sin mítines ni salas, porque entendemos que necesitamos hacernos ver, que estamos ahí y somos una opción más, queremos que se nos acerquen las personas que quieran conocer algo de nuestro programa o que nos quieran criticar”. Y les ha debido de funcionar, pues Adelaida comenta que en estos días se les ha acercado mucha gente “a preguntar por cosas que les afectan”.
En cuanto a la logística, la responsable de campaña de Ciudadanos en Euskadi explica que desde la dirección nacional se les ha entregado una furgoneta técnica donde han transportado “los altavoces, la tarima, las sillas, todo lo que es el montaje”. Allí donde se ha celebrado un acto “de peso”, estaba la furgoneta aparcada. Además, en cada territorio se ha designado a una persona responsable de logística y eventos.
En sus actos más modestos, Ciudadanos ha desplegado una carpa con una mesa y ha puesto a sus afiliados a repartir flyers, pero también se han organizado charlas entre los candidatos al Congreso por cada territorio con un moderador. Una vez planificado todo esto, a Adelaida le ha tocado “coordinar para que a nadie le falte de nada y nadie se equivoque de día”.
Unidos Podemos no es estrictamente un partido político, es más bien una federación de tres formaciones recién constituida y que al poco de nacer debe afrontar una campaña conjunta. Por ello, en Euskadi, las tres fuerzas han decidido actuar de forma más o menos autónoma y, sobre todo, “se ha intentado mezclar lo menos posible los dineros”.
Así lo explica Xabi Marrero, coportavoz de Equo en Araba y encargado de organizar los actos electorales del cabeza de lista al Congreso por el territorio, Juantxo López de Uralde. Las cosas han ido rodadas por la inercia de la exitosa campaña de hace medio año y porque “los primeros miedos y prejuicios se han solventado”. “En la del 20 de diciembre hubo más trabajo logístico y de encajar al candidato de Equo dentro de Podemos; ahora ha ido todo mucho más fluido y sencillo, no ha habido tanto trabajo, hemos hecho menos actos, más concentrados y más potentes”, señala Marrero.
Además, contaban con el precedente de las elecciones municipales, en las que Equo se presentó con Izquierda Unida bajo las siglas de Irabazi. En todo caso, insiste, cada uno ha trabajado más o menos por su cuenta. “Los presupuestos de campaña de cada partido han sido independientes, la mayoría de la cartelería se la ha hecho cada uno, y se ha dejado bastante libertad a cada partido para poner carteles y repartir flyers”, explica.
Tres partidos, tres actos En Álava, por ejemplo, Equo, Podemos e Izquierda Unida han organizado por su cuenta el acto fuerte de campaña. El día 10, Equo reunió en el barrio de Zaramaga a López de Uralde con los europarlamentarios Ska Keller y Florent Marcellesi; el 15 el economista y miembro de Ahora Madrid ligado de Izquierda Unida Eduardo Garzón también se pasó por Gasteiz, y el pasado martes Pablo Iglesias dio en Vitoria su único mitin en Euskadi. “Hemos aprovechado cada uno para lanzar más sus ideas; nosotros la ecología, IU la economía y Podemos la lucha contra la corrupción y la necesidad de cambio”, señala Marrero, confiado en que López de Uralde repita escaño y en que además Unidos Podemos amarre un puesto más en Álava.
“Esta campaña ha sido un empujón a la inercia que llevábamos desde diciembre, es como poner en marcha un barco de cien toneladas; el comienzo es muy duro pero luego darle la vuelta es muy complicado, y hemos entrado en esa inercia”, concluye el coportavoz de Equo.