bilbao - Ninguna encuesta electoral prevé que el bloque de la derecha española o el bloque de la izquierda tengan la mayoría absoluta necesaria para asegurarse la investidura, de modo que volverán a ser necesarios los nacionalistas vascos y catalanes para romper desempates. El PNV se situó ayer en ese escenario para recalcar que está dispuesto a contribuir a la estabilidad en el Estado, pero sin dar un apoyo gratuito. En cualquier caso, recalcó que su capacidad de presión dependerá del número de escaños que consiga en las elecciones, por lo que pidió votar en clave exclusivamente vasca para llegar con fuerza a las negociaciones y defender los intereses de Euskadi. En un mitin celebrado en Gasteiz, donde las personas sentadas tras el atril llevaban camisetas verdes en respuesta al llamamiento del partido de votar “en verde”, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, avisó de que los partidos españoles querrán a los jeltzales como “tontos útiles”, algo que no sucederá, ya que pondrán la agenda vasca sobre la mesa con firmeza.

En concreto, Ortuzar incidió en que “hay que cambiar la estructura del Estado para reconocer los hechos nacionales que conviven en la península ibérica”. “Vascos, catalanes y gallegos, Euskadi, Catalunya y Galiza, somos naciones que debemos ser reconocidas como tales, que tenemos nuestros derechos nacionales, que somos sujetos políticos, que merecemos una relación de bilateralidad con la administración del Estado, y que nos asiste poder decidir nuestro futuro de manera pactada pero libremente. Que lo tengan claro, cuando vengan a hablar con los ahora invisibles, que esto va a estar sobre la mesa”, zanjó. Ortuzar volvió a dejar claro que al PNV no le asusta buscar la estabilidad en el Estado, como ya la busca en suelo vasco. “No creemos en el cuanto peor, mejor”, aclaró. Según dijo, los jeltzales están dispuestos a acordar, “pero abordando los problemas”. Para tener capacidad de presión, pidió votar al PNV y que tenga un grupo fuerte en el Congreso.

“Es muy importante que tengamos relevancia política para cuando llegue ese momento, que va a llegar, de la negociación futura. Con un PNV fuerte, Euskadi tendrá oportunidades. Los intereses de los vascos y vascas estarán bien situados en Madrid, y podremos traer beneficios para nuestra economía y para el empleo, que falta nos hace”, recalcó. El jeltzale avisó de que no entrarán en cualquier operación simplemente por que sea un partido de perfil responsable.

El lehendakari Urkullu, por su parte, puso el acento en la gestión de las pensiones por parte de las instituciones vascas. Urkullu alertó de que España está arruinando el fondo de reserva, y pidió detener la sangría gestionando la competencia desde las instituciones vascas. “Si se gestionan las pensiones en Euskadi, están garantizadas”, dijo. También puso en valor las inversiones que ha destinado el Gobierno Vasco a la capital alavesa, y las contrapuso a los desaires de Rajoy en Foronda y la eventual reapertura de la central de Garoña. “Los candidatos españoles vienen y se van. Nuestro compromiso es permanente y se llama autogobierno”, sentenció, para añadir que votar al PNV es un dique de contención ante la recentralización.