madrid - Lejos de modular un discurso común de cara a la cita con las urnas del 26 de junio, el expresidente del Gobierno José María Aznar y la cúpula del PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, siguen enviando mensajes diferentes. El primero alertó ayer de las consecuencias de una de las principales estrategias de los populares, que consiste en polarizar la campaña para sacar rédito de los riesgos que considera que supone el “extremismo” de Podemos. Es más, lo rebatió apuntando al peligro de caer en una “tentación” con la que siempre ganan los mismos, esto ses, “los peores”, zanjó.

Aznar lanzó esa advertencia en su intervención en la clausura del curso organizado por el Instituto Atlántico de Gobierno, que él preside, en Madrid. No lo hizo, además, de refilón, sino que se zambulló de lleno en “abandonar de inmediato cualquier tentación de polarizar, amedrentar, extremar, excluir, radicalizar, dividir o enfrentar a unos españoles con otros”. Su formación parece no coincidir con la estrategia fijada por el antiguo líder, ya que durante las últimas semanas ha elevado el tono de las críticas en dirección a Podemos para dejar de lado a un PSOE en riesgo de sorpasso por parte de Unidos Podemos.

“En esa competición siempre ganan los mismos, que son siempre los peores, y siempre pierden los partidarios de la convivencia”, profundizó, aunque sin referirse en ningún momento a la formación morada, si bien apuntó a los “radicalismos, populismos y nacionalismos excluyentes” como desafíos para la convicencia.

El expresidente, que en los últimos tiempos ha vivido algún que otro enfrentamiento con la cúpula del partido en Génova, y con el principal responsable Mariano Rajoy como receptor de algunas críticas, subrayó que las circunstancias actuales deben hacer que no exista un trabajo más importante a favor de España que recuperar la voluntad de concordia “para evitar un descarrilamiento histórico que a día de hoy no es en absoluto imposible”. - DNA