Vic - El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, presidieron ayer en Vic un homenaje a los diez muertos, entre ellos cinco niños, en el atentado de ETA en la casa-cuartel de la Guardia Civil en la ciudad, en el día de su 25º aniversario.

Puigdemont envió un abrazo fraternal a todas las víctimas y a sus familiares, y aseguró que “nunca llorarán solos a sus seres queridos”, porque su sufrimiento queda grabado en la memoria colectiva. También constató la necesidad de que las autoridades promuevan el recuerdo y homenaje permanente a “todos los asesinados y los que padecen secuelas cada día”. Por su parte, Fernández Díaz, reconoció que la sociedad española “no fue justa durante los principales años de azote del terrorismo”, y no respaldó suficientemente a las víctimas. - E.P.