bilbao - Arnaldo Otegi se abre a buscar espacios de colaboración con el PNV, tanto en defensa del derecho a decidir como para articular un tripartito incluyendo a Podemos tras las elecciones vascas de octubre. El candidato de EH Bildu a lehendakari no se muestra excesivamente optimista porque constata diferencias de calado con los jeltzales, pero su discurso marca una diferencia con respecto a la estrategia de Podemos, que aspira de entrada a desalojar al PNV.

Otegi aseguró ayer en una entrevista con Radio Euskadi que no se presenta a las elecciones para ir en contra de ese partido ni en contra de Podemos, aunque sobre esa idea ha habido cierto debate en la izquierda abertzale. Cabe recordar que el todavía presidente de Sortu, Hasier Arraiz, quien ha renunciado a presentarse a la reelección y ha quedado inhabilitado como parlamentario, ha sido una de las voces más amables de la izquierda abertzale y ha apostado abiertamente por los acuerdos de país, como la Ley Municipal o la entrada en la asociación de municipios Eudel. No ha comprado el discurso del desalojo esgrimido por Podemos, una postura que le valió las críticas veladas de la exportavoz foral de Gipuzkoa Larraitz Ugarte en un artículo en Gara.

Otegi se mostró posibilista ayer y abrió la puerta a los acuerdos. En cualquier caso, más allá de ese discurso, no se han producido hechos novedosos que apunten en dirección a esos acuerdos. Hay varias incógnitas en el horizonte y está pendiente de concretar la reunión sobre el nuevo estatus de autogobierno con el PNV. Todo apunta a que se celebrará, tras algún amago en contra por parte de EH Bildu.

Otegi vaticinó que con el PNV habrá “confrontación contundente”, pero también “tiene que haber un espacio para la colaboración y el acuerdo, si es posible”. Arrancó su argumentación asegurando que los vascos deben ponerse las pilas para abordar un proceso de independencia como el catalán, y propuso activar un debate con PNV, Podemos y los sindicatos. Sin embargo, anticipó que la conclusión de esa reflexión será que “es prácticamente imposible” llegar a un acuerdo con el Estado, lo que obligaría a abordar un proceso unilateral. Es ahí donde ve dificultades con los jeltzales y la formación morada. Por otro lado, no obstante, se mostró dispuesto a sentarse en torno a una mesa “tanto con PNV como con Podemos” para hablar de un “programa de gobierno” que aborde un rescate nacional para recuperar soberanía, un rescate social, y pasos hacia la convivencia. No descartó un “tripartito por el derecho a decidir”, aunque vio dificultades para acordar políticas económicas con el PNV. - M. V.