Bilbao - La consigna, aunque en ningún momento saliera a relucir en el transcurso de la visita de Pablo Iglesias el pasado viernes a la CAV, es desalojar al PNV del Gobierno Vasco. Es el rival a batir en Euskadi en otoño. El panorama es bien diferente en el Estado, en el que el apoyo o la abstención de los partidos nacionalistas puede ser decisivo para despejar el camino a la gobernabilidad de las distintas opciones que pudieran darse tras el 26 de junio. Podemos es consciente de ello y ayer su secretario general aseguró que aspiran a “pactar” con el PNV, formación con la que están “abiertos al diálogo”.
Iglesias realizó esa afirmación en una entrevista al Diario Vasco, en la que tildó de “partido muy tradicional” al PNV, con el que mantienen “muchas diferencias” pero también “un enorme respeto”, como al resto de formaciones vascas. Están abiertos al diálogo con los jeltzales. “Y creo que ellos también”, remarcó, para recordar que la fórmula explorada por Podemos tras el 20 de diciembre para alcanzar la presidencia del Gobierno español -la denominada vía valenciana para una coalición progresista- incluía que los seis votos jeltzales en el Congreso no pusieran reparos a una maniobra que beneficiaría a ambas partes.
Así lo plantearon diferentes responsables de la dirección de Podemos-Ahal Dugu durante los meses en los que esa posibilidad de desalojar al PP de la Moncloa estuvo viva. De hecho, y pese a no conocer personalmente al lehendakari Urkullu, al que le encantaría conocer, el líder del partido asambleario reconoció su “respeto a personas como Ortuzar y Esteban”.
Las divergencias entre el partido emergente y el PNV son de sobra conocidas, pero el máximo dirigente de Podemos tampoco tuvo reparos en reconocer que en la CAV “se han hecho las cosas bien” en materia social, si bien considera “que se podrían hacer mejor”. Tomando como ejemplo la crisis económica, Iglesias reconoció que “Euskadi tiene un sistema de autogobierno, que a nosotros nos gusta, y un nivel de renta más alto que la mayoría de España”. A su juicio, ello le ha permitido sortear mejor los embates de la recesión.
Sin embargo, y uniéndose al mensaje que insistentemente lanzan desde la filial del partido asambleario en suelo vasco, “se podrían hacer políticas sociales más deseables”. Ese será el eje de Podemos en Euskadi para la contienda en las urnas de octubre, apostilló. - DNA