gasteiz - El secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, ya volaba de vuelta a Euskal Herria tras reunirse ayer por la mañana en el Parlamento Europeo con los diputados de GUE/NGL, pero fue entonces cuando más se habló de él. Al arranque del Pleno, el portavoz del Partido Popular Europeo echó mano del Reglamento de la Cámara, pidió la palabra y cargó contra “la provocación” de que Otegi hubiese estado en la Cámara en una serie de intervenciones que concluyeron con un revuelo en el hemiciclo.
El líder de los conservadores europeos, el alemán Manfred Weber (CSU), pidió intervenir después de que el presidente de la Cámara, el socialista Martin Schulz, abriera la sesión. Weber denunció que el martes hubo “un evento de un grupo político en el que un antiguo terrorista de ETA, el señor Otegi, ha sido invitado y ha obtenido el foro para discutir y hablar”. El portavoz del PP, que aludió a los ataques de “hace pocos días ante nuestra propia puerta” -en referencia a la estación de metro de Maelbeek-, exigió “que se examine lo ocurrido” puesto que “acoger a un antiguo terrorista, darle cancha y dejarle representación” es a su entender “una provocación que ofende a las víctimas”.
Schulz se mostró comprensivo, pero advirtió de que no se abriría un debate sobre un tema que “no compete al Pleno” y que, además, las individuales de los diputados o de grupos políticos “no caen en mi ámbito de responsabilidad a no ser que haya motivos de carácter penal invocados por los Estados-miembro”. Por alusiones, cedió la palabra a la portavoz del grupo de izquierdas GUE/NGL, Gabi Zimmer (del alemán Die Linke). A esta bancada están adscritos Podemos, IU y EH Bildu, entre otros, y fueron los que invitaron a Otegi por la mañana a una reunión a puerta cerrada.
“Primero, estamos todos juntos en la lucha contra el terrorismo”, zanjó Zimmer, para defender después que “debe darse la posibilidad de que personas que han decidido de manera consciente ponerse a favor de un proceso de paz y lo propugnan activamente puedan entrar en el debate democrático de este Parlamento”.
Esta afirmación de Zimmer, que tampoco quiso abrir un debate, provocó la respuesta de la hermana del edil del PP sevillano asesinado por ETA en 1998, Teresa Jiménez-Becerril, que tras no lograr impedir la presencia de Otegi en la Cámara el martes organizó junto a Maite Pagazaurtundúa un minuto de silencio ante el que el líder soberanista mostró ayer su “absoluto respeto”.
“¡Mi hermano no iba a ninguna guerra. Lo mató ETA. En España no ha habido ninguna guerra!”, repitió la diputada en varias ocasiones mientras otros parlamentarios españoles gritaban “sinvergüenza” y “asesino”. Más allá del PP, que en la CAV anunció ayer que llevará al Parlamento un debate sobre el -nada novedoso- término “presos políticos”, el PSOE también cargó contra Podemos por “invitar” al secretario general de Sortu.
Objetivo, Podemos Pedro Sánchez recordó al exministro asesinado Ernest Lluch y tildó a la formación de Pablo Iglesias de “pseudoizquierda”, aunque el europarlamentario que le relevó en Bruselas, el vizcaino Xabier Benito, rechazó que fuera Podemos quien invitó a Otegi al Parlamento Europeo.
Más aún, Benito consideró que “la aportación de Otegi al proceso de paz vasco es relevante, pero no central”, y defendió su presencia pese a, como opina la Audiencia Nacional, creer que está inhabilitado para cargo público, pero no para “asistir a eventos y presentar su propuesta electoral”.