Bruselas - El secretario general de Sortu y candidato in péctore de EH Bildu a lehendakari, Arnaldo Otegi, insinuó ayer en Bruselas un nuevo paso en la resolución del conflicto que podría anunciar en uno de sus actos de los próximos días y ante el que reclamó que los demás agentes políticos no tengan “una actitud permanente de sabotaje ni de actitud insaciable de decir que no han cambiado, que siguen pensando igual, porque eso forma parte de una estrategia del pasado”. Tras arrancar en Dublín el viernes y hacer el lunes escala en Londres en una ronda con la vista puesta en el futuro pero que hasta ahora se ha centrado en cuestiones del pasado pendientes, Otegi intervino en la presentación de un informe sobre la situación de los presos elaborado el Grupo de Amigos del País Vasco.
A su llegada a la Eurocámara, Otegi anunció sin más detalle que había acudido a “anunciar una política nueva” y envió mediante los periodistas -que se quejaron de que no atendiera a sus preguntas- un mensaje al presidente español en funciones, Mariano Rajoy, al que acusó de estar “anclado en el pasado” y de utilizarle a él mismo y “al conflicto vasco para ocultar las graves deficiencias de ese Estado”. Para el secretario general de Sortu, el presidente español utiliza una estrategia “de tinta de calamar condenada al fracaso”.
Durante su intervención con el Basque Friendship, dijo aceptar que tienen “responsabilidad en lo que ha ocurrido. También nosotros somos responsables del sufrimiento que se ha causado”, pero solicitó a los demás agentes que desistan de una “actitud insaciable” de decir que la izquierda abertzale “no ha cambiado”. Otegi, que hoy sigue en Bruselas y que desde que salió de prisión el 1 de marzo ha protagonizado más actos públicos en el exterior que en Euskal Herria, defendió que “los presos y expresos son agentes activos para la estrategia de la paz” y reclamó la implicación de esa Unión Europea cuestionada por diversos sectores.
El secretario general de Sortu aseguró que Europa puede contribuir en la resolución de un conflicto del que, dijo, “en este país todos hemos sido víctimas”. El dirigente soberanista, cuyas palabras en LaSexta investigará la Fiscalía a instancias de Vox, se sumó al minuto de silencio por las víctimas del bombardeo nazi de 1937 en Gernika, que él extendió a “todas las víctimas de todas las partes que han ocurrido en el conflicto político vasco a lo largo de todos los años”.
Polémica No fue el único minuto de silencio de ayer en la Eurocámara. El PP y UPyD convocaron otro tras fracasar en su intento de boicotear el acto de Otegi, que se encontró con la negativa del presidente de la Eurocámara, el socialista Martin Schulz. El PSOE no se sumó a la petición de prohibición para no conceder mayor protagonismo al secretario general de Sortu, si bien varios parlamentarios socialistas y de C’s participaron en la concentración que las víctimas de ETA y parlamentarias Maite Pagazaurtundúa y Soledad Jiménez-Becerril impulsaron a mediodía. Según denunciaron, la presencia de Otegi “un lobbysta de los terroristas que cumplen condena”, en la Eurocámara fue “una humillación y una bofetada”.
Cuestionado por estas críticas, el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, no apreció “motivo de crítica o inconveniente alguno que sea susceptible de denuesto o de descalificación” ya que Otegi intervino “en un espacio que está concebido y planteado para dar la palabra a las gentes que tienen algún mensaje o declaración política que llevar a cabo”. Tras el acto, Otegi se reunió con el grupo parlamentario de ALE -donde se integraban EA y Aralar- y tenía previsto cenar “con la comunidad vasca de Bruselas”. Hoy concluirá su agenda con el encuentro con el grupo de la Izquierda Europea, al que se unió EH Bildu en 2014. El cierre de la semana y uno de los puntos principales de atención será el evento que Gara ha organizado el sábado en el Kursaal.