madrid - Todas las expectativas que había depositado el president catalán en la vía de interlocución con Mariano Rajoy se fueron ayer por el sumidero. Después de que Carles Puigdemont le pidiera poner fin a la invasión de competencias y a los recursos en los tribunales, y después de que le reclamara que, por lo menos, no abusara de su potestad de suspender leyes catalanas cuando las recurra, el Gobierno español hizo ayer todo lo contrario. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el titular de Justicia, Rafael Catalá, anunció tres nuevos recursos y añadió que pediría la suspensión cautelar de las normas afectadas. Ya son treinta las medidas surgidas del Parlament que han sido impugnadas por el Estado.

El Govern esperaba un gesto de concordia y buena disposición en el primer Consejo de Ministros tras la reunión de los dos mandatarios, pero no ha sido así. Catalá trató de quitarle hierro asegurando que es normal que Madrid defienda sus competencias, pero desde el Govern vieron muy claro el mensaje que pretende trasladar Rajoy. En teoría, la reunión del jueves entre los vicepresidentes de ambos gobiernos sigue en pie. Los recursos afectan al impuesto a las viviendas vacías, la ley de igualdad entre hombres y mujeres y la que regula la actividad de los gobiernos locales. Respecto a la impugnación de la ley 24/2015 de emergencia en la vivienda y la pobreza energética, Catalá indicó que todavía no se ha acabado el plazo para recurrir, que finaliza en mayo, y antes debe negociarse en la comisión mixta. La consellera catalana de la Presidencia, Neus Munté, acusó ayer al Gobierno español de responder con “más tribunales y menos política”. - M.V.