Madrid - “España ha hecho sus deberes”, dicen expertos de la lucha antiterrorista tras las críticas de la Comisión Europea a los Veintiocho por no aplicar medidas antiyihadistas, pero un terrorismo globalizado, subrayan, exige medidas comunes y de nada sirve que un país las tome si el resto no lo hace.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, fue contundente tras los ataques yihadistas de esta semana en Bélgica. Su “regañina” congregó a los ministros de Interior de la UE en Bruselas, donde entonaron el mea culpa antes de mostrar su disposición a avanzar en el intercambio de información y en otras medidas comunes.
Durante décadas España sufrió el terrorismo doméstico, sobre todo de ETA y, en menor medida, del Grapo, a lo que se sumó el mayor atentado de signo islamista de la historia de Europa, el del 11 de marzo de 2004. Obligada a tomar medidas, España ha conseguido importantes éxitos en materia antiterrorista y puede ser un ejemplo para otros países.
entorno peligroso Sin embargo, los expertos alertan de que, como se demostró en los atentados de París del pasado año, la acción terrorista se puede planificar y gestar en un país (como Bélgica) y ejecutarse en otro (Francia). Aun así, algunos de estos expertos insisten: “España ha hecho prácticamente los deberes, al menos los que estaban a su alcance. Y muchos de los deberes que los demás tienen que hacer, nosotros ya los habíamos hecho antes”.
Las fuentes consultadas resaltan entre estos “deberes” la adaptación legislativa y punitiva a la nueva amenaza, el desarrollo de medidas preventivas, el foco policial en internet, el pacto político antiyihadista o el control de la radicalización en las prisiones. Tanto es así que, hasta los atentados del 11-S en EEUU, muchos países no contemplaban en su legislación el delito de terrorismo. Los expertos recalcan que las legislaciones europeas deben unificarse y los controles de las fronteras exteriores de la UE deben ser más exhaustivos. Además, es necesario compartir información y colaborar con los países árabes tiene que ser una prioridad. - Efe