Sigue con la mano tendida, aunque su fórmula parece no convencer a ninguno de los pretendientes con los que podría conformar un gobierno estable y así sacar al Estado del impasse político en el que se encuentra. Pero el presidente del Ejecutivo español en funciones, Mariano Rajoy, no quiere arrojar la toalla y muestra su predisposición a hablar “en serio” para establecer nuevas conversaciones con los partidos políticos. En un acto de Nuevas Generaciones ayer en Guadamur (Toledo), dijo que seguirá “luchando” por España y por el interés general de los españoles “hasta el final”, antes de apostillar: “No me voy a rendir nunca”.

“Voy a seguir luchando por España, por los españoles, por el medio rural, por el sentido común y la razón. No me voy a rendir nunca”, apuntó al final de un discurso en el que aseguró que, pese al abismo que separa a los populares de las posiciones de PSOE y Ciudadanos, están “dispuestos a hablar”. Eso sí, en todo caso será si ambas formaciones dan fin a un “espectáculo que no conduce a parte alguna”. Con 7,3 millones de personas que confiaron en el PP, Rajoy insistió en que España necesita un Gobierno “muy apoyado y en el que estén representados al menos los dos grandes partidos, que son los que más votos han tenido”. Es decir, que los populares deben de ser en todo caso quienes lideren un futuro Ejecutivo en Moncloa.

Acompañado de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el actual inquilino de Moncloa sigue repitiendo que la salida a la situación abierta pasa por edificar un gran coalición -de la mano de los socialistas-, con un Ejecutivo “muy apoyado y en el que estén representados al menos los dos grandes partidos, que son los que más votos han tenido”, si bien la participación de Ciudadanos quedaría en entredicho, ya que “sus votos no son necesarios”.

Descartado apoyar o abstenerse en una nueva sesión de investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de Albert Rivera, Rajoy se mostró hastiado por el “sinfín de dimes y diretes, reuniones, vetos de unos a otros y ruedas de prensa”, todo ello “para no llegar a nada”.

Con una oferta del PP “razonable, justa y moderada” sobre la mesa del PSOE, desde las filas de Rajoy insisten en que el bagaje de la legislatura pasada es aval de gestión suficiente para que dispongan del mando los próximos cuatro años. “Lo que no podemos hacer es equivocarnos ni volver a poner en práctica políticas que estuvieron a punto de destruir nuestro país”, dijo. Y es que frente al “pacto sindicado” de PSOE y C’s, “nosotros queremos ir en un horizonte próximo al 2019 y queremos mantener la política que nos ha permitido en dos años crear un millón de puestos de trabajo”. “Hay que hacer las cosas bien, no hay que derogar lo que ha funcionado”, abundó.

Declarado persona non grata en su ciudad de origen, Pontevedra, Rajoy fue agasajado ayer ante miles de simpatizantes como “persona muy grata” en Guadamur -localidad toledana regida por el PP-, un reconocimiento que recibió “emocionado” y “con mucho gusto”. Cospedal, por su parte, se refirió al gobierno del progreso que explorarían PSOE y Podemos, una entente que “nos va a traer es más paro, peor sanidad y peor educación”, enfatizó, metiendo al conjunto del Estado en un “retroceso” que le devolvería a la situación de 2011, cuando “España estaba en quiebra”. - DNA