Baiona - Iparralde entra en una etapa decisiva sobre su futuro institucional ya que, a partir de mañana, las 158 corporaciones municipales tendrán un plazo de 75 días durante el que tendrán que pronunciarse sobre la fusión de las actuales 10 mancomunidades y la creación de una entidad única. Por primera vez, una institución respetaría los limites históricos de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, y podría colaborar directamente con los gobiernos vasco y navarro. Hoy en día, Iparralde no tiene ningún reconocimiento oficial, ya que está englobado dentro de la macroregión de Aquitania y en el departamento de Pirineos Atlanticos. Tras más de dos siglos de permanente rechazo ante cualquier posible reforma institucional, finalmente podría ver la luz la primera institución vasca dentro de la República francesa.

Por primera vez en la historia se cruzan el deseo de numerosos cargos electos y ciudadanos vascos que reivindican la creación de una entidad propia que gestione el desarrollo del territorio y la propuesta del Gobierno francés que quiere reorganizar el mapa político-administrativo tras la aprobación de la denominada ley NOTRe. La nueva entidad vasca contaría con un presupuesto de 100 millones de euros , representación directa y fiscalidad propia, y gestionaría competencias concretas como desarrollo económico, transportes, vivienda, ordenación del territorio, cultura, política lingüística y cooperación transfronteriza.

condiciones El cambio institucional propuesto por Paris requiere dos condiciones fundamentales, ya que la mitad de los 158 municipios tienen que votar a favor y, al mismo tiempo, tienen que representar a la mitad de los cerca de 300.000 habitantes del territorio. Si así lo deciden, la nueva institución comenzaría a ejercer sus competencias en enero de 2017. La consulta organizada el pasado otoño demostró que existe un amplio consenso a favor de un cambio institucional: siete de cada diez ayutamientos, representantes de un 66% de la población, se posicionaron a favor. En total, 112 corporaciones municipales, que agrupan a 193.158 ciudadanos, entre ellas las tres capitales históricas, Baiona, Donibane-Garazi y Maule, votaron a favor de la unión frente a 45 ayuntamientos que representan a 101.730 habitantes.

Tras la desilusión provocada por el inmovilismo de las últimas décadas, 66 antiguos alcaldes, varias entidades relevantes como la Cámara de Comercio e Industria (CCI) de Baiona; la Cámara Agrícola de Pirineos Atlanticos, la Cámara Agrícola Alternativa de Iparralde (Euskal Herriko Laborantza Ganbara); o 42 organismos integrados en el Consejo de Desarrollo de Iparralde apoyan la creación de una nueva entidad. Afirman que la nueva institución permitirá simplificar la administración local, respetar la diversidad del territorio y responder mejor a las necesidades de los vecinos. Pese a no estar totalmente satisfechos con este plan, algunos partidarios del cambio prefieren actuar de forma prágmatica y aceptar la propuesta del Gobierno francés. Rechazar la oferta equivaldría a tirar por la borda décadas de protestas y reflexiones para mejorar la gestión local.

críticas En las últimas semanas, los medios de comunicación, las redes sociales, los militantes y los cargos electos viven este debate “histórico” con una intensidad poco habitual al norte del Bidasoa. Debates, insultos e incluso críticas a la prensa local se han convertido en el pan de cada día.

Los concejales comunistas y conservadores de Baiona no dudan en calificar la propuesta del gobierno francés de “asesinato de la democracia en banda organizada” y de proyecto para satisfacer las aspiraciones de los nacionalistas. Durante los plenos municipales, lamentan la falta de debate y advierten de que el cambio “precipitado e irreal” tendrá consecuencias como subidas de impuestos para ciudadanos y empresarios, aunque en realidad el plan de París implica mantener el nivel actual de impuestos o, en el peor de los casos, una armonización fiscal durante doce años. Los opositores critican que algunas zonas cuenten con más representantes que otras y, ante un proyecto de fusión inmediata, una treintena de alcaldes plantea crear una federación de pequeñas mancomunidades que dentro de varios años podría convertirse en marco único. El delegado del gobierno en Iparralde, que califica el cambio de autentica oportunidad para el territorio, ha cerrado la puerta a la alternativa.

El Frente Nacional es hostil a la creación de una institución vasca, mientras el ex ministro de Interior Jean Pierre Chevènement, conocido por ser una de las personalidades más jacobinas en Francia, ha aprovechado una entrevista sobre el futuro de Córcega para asegurar que crear una insitución propia en el País Vasco equivale a ceder a la presión de ETA.

Polémica. Después de haberse enfrentado a serias discrepancias con los alcaldes de Anglet, Biarritz, Bidarte y Boucau, hace unos días el primer edil de Baiona dimitió de la presidencia de la mancomunidad actual que agrupa las localidades más pobladas del territorio. El alcalde centrista de Biarritz Michel Veunac ha provocado el enfado de la diputada socialista de Baiona Colette Capdevielle al convocar un pleno especial hoy con el fin de renovar la presidencia de la mancomunidad Aturri-Costa Vasca. La cita coincide con una importante reunión sobre el cambio institucional del Consejo de Electos de Iparralde, que apoya dicho cambio. Varios cargos consideran que Veunac pretende quitar legitimidad al Consejo de Electos.