donostia - Representantes de las principales instituciones y de todos los partidos de la CAV participaron ayer en Donostia en un acto de reconocimiento a las víctimas de todas las organizaciones terroristas que han actuado en el País Vasco en las últimas décadas. Una treintena de víctimas de ETA, los GAL y de otros grupos como el Batallón Vasco Español acudieron a la convocatoria realizada por el Gobierno Vasco junto a la escultura de Jorge Oteiza Construcción vacía-Eraikuntza hutsa, en el Paseo Nuevo de la capital donostiarra, en el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo.

El homenaje, presidido por el lehendakari Iñigo Urkullu, consistió en una concentración sin discursos, presidida por el lema Su vacío forma parte esencial de la construcción del futuro. Los concentrados permanecieron unos diez minutos en silencio, mientras un cuarteto de cuerda de Musikene interpretaba el cuarteto para cuerda número 14 en re menor, más conocido como La muerte y la doncella, de Frank Schubert. Esta convocatoria se enmarca en las iniciativas de contribución a la Capitalidad Europea de la Cultura 2016. El Gobierno Vasco, convocante de este homenaje, buscaba “hacer visible la solidaridad con las víctimas y la importancia de su mensaje para la convivencia”.

Los objetivos del encuentro eran, en primer lugar, recordar a todas las víctimas del terrorismo y expresarles su solidaridad “reconociendo el sufrimiento injusto que padecieron”. En segundo lugar, promover un encuentro “de unión entre víctimas y sociedad, con una mirada crítica al pasado y de esperanza en el futuro”. Una vez finalizado el acto, en declaraciones a los periodistas, el secretario de Paz y Convivencia del Ejecutivo de Gasteiz, Jonan Fernández, agradeció en nombre del gabinete Urkullu la participación de las víctimas en este acto, así como a instituciones y ciudadanos, y afirmó que “muchas veces las palabras sobran y una imagen y un silencio vale más que mil palabras”.

“Hoy hemos tenido un silencio y una imagen de unidad, probablemente sin precedentes, y eso es lo que hay que subrayar porque simboliza el futuro que debemos construir”, resaltó Fernández. En el homenaje estuvieron presentes, además de Urkullu, consejeros del Gobierno Vasco como Josu Erkoreka, Ángel Toña, Arantxa Tapia, Estefanía Beltrán de Heredia, Ana Oregi o Jon Darpón. También los tres diputados generales, Markel Olano, Ramiro González y Unai Rementeria, los alcaldes de las tres capitales de la CAV, Eneko Goia, Gorka Urtaran y Juan Mari Aburto, y la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria.

El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, el máximo dirigente del GBB, Joseba Egibar, el presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Semper, el portavoz parlamentario del PSE José Antonio Pastor, o la recién elegida secretaria general de Podemos Euskadi, Nagua Alba, fueron algunos de los representantes políticos que acompañaron a las víctimas de diferentes violencias que tomaron parte en el evento. Entre las mismas se encontraban Gorka Landaburu, Caty Romero, Amaia Guridi, Dori Monasterio, Jorge Mota, Mari Carmen Hernández, Mari Paz Artolazabal, Silverio Velasco, José Miguel Gómez Elosegui, Bárbara Dührkop, Pili Zabala y Laura Martín -víctimas de los GAL-, y Carmen Illarramendi y su hija, Nerea Ijurko -víctimas del Batallón Vasco Español-, entre otras.

Ayer se pudo ver asimismo a diputados forales de Gipuzkoa como Imanol Lasa o Denis Itxaso, la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia Ana Otadui, el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Aintzane Ezenarro, y ediles donostiarras encabezados por sus portavoces Ernesto Gasco (PSE), Amaia Almirall (EH Bildu), Miren Albistur (PP), o Amaia Martin (Irabazi Donostia).

Reflexión En el acto, el periodista y víctima de ETA Gorka Landaburu destacó la importancia de la asistencia de representantes de todos los partidos, así como de “víctimas de ETA, del GAL, de la Guardia Civil...”. Según él, “ETA ya ha desaparecido aunque tiene que disolverse definitivamente pero creo que es el momento de la reflexión, de ver entre todos cómo vamos a caminar hacia el futuro”. Dori Monasterio, hija de Fermín Monasterio, la primera víctima civil de ETA, reclamó tanto a las instituciones como a la sociedad que “no olviden” y apoyen estas iniciativas ya que “a veces nos sentimos muy solos”. - DNA