MADRID. El expresidente del PP navarro Jaime Ignacio del Burgo considera que su partido necesita una renovación "de arriba a abajo" o incluso "una segunda refundación", que pasa, a su juicio, por que su líder, Mariano Rajoy, renuncie a ser presidente del Gobierno y candidato si hay elecciones en junio.

"La gaviota chapotea en el charco de la corrupción y es incapaz de remontar el vuelo", escribe Del Burgo en un artículo que publica el diario digital Vozpópuli, donde apunta que la corrupción está conduciendo al "hundimiento" del PP.

De acuerdo con su opinión, Rajoy "tiene derecho a salir de la Moncloa por la puerta grande y la cabeza muy alta", pero eso no es óbice -añade- para que no tenga que asumir responsabilidades "estrictamente políticas", como las que -recuerda- le exigían a Felipe González en sus últimos años de Gobierno.

A su entender, la única opción para el PP es que "antes hoy que mañana" Rajoy "dé un paso atrás" y confíe la "titánica tarea" de refundar el partido "a una persona o a un equipo de personas que reúnan las condiciones necesarias de integridad y prestigio para conducir el proceso".

El que fuera diputado del PP hasta 2008 cree que Rajoy debe renunciar a presidir el Gobierno y permitir que haya un nuevo candidato que lo intente, elegido en la Junta Directiva Nacional, y también opina que debería anunciar que, si hay nuevas elecciones generales, no volverá a repetir como candidato.

Según dice, en febrero pasado ya le advirtió a Rajoy de que no debía consentir que la opinión pública asistiera "atónita" al "hundimiento" del PP "a causa del empecinamiento de un capitán extenuado que se niega a ser relevado del puente de mando".

Convencido de que la mejor solución para el país sería un gobierno de partidos constitucionalistas, Del Burgo subraya que "sin duda ayudaría y mucho" a conseguir ese objetivo que el PP demostrara "con hechos y no con palabras su voluntad de alcanzar una profunda regeneración y renovación".

Y termina echando mano de una máxima de San Ignacio, que aconsejaba que en tiempos de tribulación era mejor no hacer mudanza, para avisar de que no hay regla sin excepción: "En las actuales circunstancias, hacer mudanza o perecer", sentencia.