MADRID - Albert Rivera miró ayer a la izquierda y a la derecha en el transcurso de su discurso en la finalmente fallida investidura de su socio, el PSOE de Sánchez. Elevado el tono de su alocución, tanto en sus formas como en sus contenidos, el líder de Ciudadanos cerró la puerta a Podemos para volver a dejarla entreabierta para un PP que, por el contrario, se llevó la mayor parte de sus dardos de ayer. Con un Rajoy inmovilista al que reclamó valentía y, por consiguiente, que sus 119 diputados optaran por una abstención activa, y un Pablo Iglesias que no es compañero de viaje, la formación naranja marcó terreno propio. Aunque, vista la coyuntura actual, es un terreno de nadie.

Directo en el estrado de oradores, Rivera arrancó arremetiendo contra Rajoy por haber intentado poner en jaque el papel constitucional del rey, al Congreso y a la propia democracia, aunque “no lo ha conseguido”. Observando el “continuismo” instalado en la política estatal, la cara visible de C’s apostó por echar mano de la valentía para sacar al estado del atolladero. Ello conllevaría, según se explayó, no abrazarse al tiempo de conformistas” en el que, a su juicio, lleva instalado durante varias semanas un Rajoy “que no sabe construir”, sino “solo destruir”. Y que, incluso, es capaz de “votar con Bildu y ERC”, le resumió. “Es tiempo de gente que quiere cambio y acción; el inconformismo y la pereza no es la mejor receta”, le emplazó. Y aún siendo sabedor de que los populares no plantearían integrarse en el acuerdo Ciudadanos-PSOE -que ni siquiera planteó-, les instó a “facilitar las cosas” con una abstención. Fue como predicar en el desierto.

Similar resultado obtuvo con Podemos, aunque la distancia ideológico que separa a unos de otros resulta de entrada insalvable. Tanto que Rivera tildó un hipotético pacto a la valenciana de formaciones de izquierdas, propuesto por la formación morada, como “gobierno de traca”. Siguiendo con la teoría de la pinza de populares y el partido asambleario, concluyó ironizando sobre la posibilidad de “ver a Rajoy e Iglesias en el mismo gobierno después de todo el número que han montado”. - I. Fradua