DONOSTIA. Arraiz está incluido en el mismo sumario por el que se juzgó a 35 dirigentes de la izquierda abertzale -entre ellos el mismo Barrena-, que finalmente eludieron la prisión tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía, por el que asumían una pena de dos años de cárcel por acusaciones como la de integración en organización terrorista, además de firmar un documento en el que se comprometían a renunciar a la violencia.

Este acuerdo se alcanzó en enero en la Audiencia Nacional, pero Arraiz, como parlamentario vasco, está aforado y será juzgado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

Aunque cabe la posibilidad de que alcance un acuerdo similar, Barrena ha afirmado que por el momento "no hay nada concreto en esa dirección" y "no se ha dado ningún paso en ese sentido".

El juicio "no tiene sentido" para Barrena, ya que Arraiz es presidente de un partido legal que representa al mismo espectro político en el que ejercía su trabajo cuando se formularon las acusaciones contra él.

El procedimiento se ubica, según Barrena, en el "decenio negro de las ilegalizaciones y la ley de partidos", por lo que el juicio contra Arraiz "está fuera de tiempo y de lugar".

Este tipo de actuaciones judiciales demuestran, ha dicho el portavoz de Sortu, que existen "presos políticos" fruto de una "persecución política contra el independentismo y la disidencia al sistema".

El juicio responde a la teoría del "todo es ETA", bajo la cual, ha señalado, se encarcelaron dirigentes políticos, se cerraron medios de comunicación y se "alteró el censo electoral" hasta el punto, ha opinado, de convertir en lehendakari al actual presidente del Congreso, Patxi López.

"Fue un lehendakari de paja tras determinar que uno de cada cuatro vascos no podía votar", ha insistido.