barcelona - La CUP desveló ayer las dos opciones entre las que deberán decidir, finalmente el domingo, el futuro político más próximo de Catalunya: otorgar dos votos y ocho abstenciones a Artur Mas para facilitar su investidura o impedirla con 10 abstenciones. La decisión se tomará un día después de lo previsto, ya que el Consejo Político y el grupo de acción parlamentaria de la CUP debían reunirse el sábado. Desde esta formación justificaron este aplazamiento porque las asambleas habían tenido poco tiempo para debatir las diferentes opciones en juego, un retraso que hace que los plazos de cara a la conformación del nuevo Govern se apuren aún más.
Desde el partido anticapitalista justificaron que sus colectivos territoriales no recibieron hasta el miércoles la documentación sobre la que deberán trabajar para tomar una decisión con la vista puesta en el encuentro del Consejo Político. Según indicaron, esta situación ha hecho que las diferentes asambleas hayan tenido poco tiempo para reunirse y debatir las posibilidades de cara al escenario propiciado tras el empate del pasado domingo.
Apoyo crítico Ayer se hizo pública, por tanto, la decisión de aplazar la reunión del Consejo Político y los diputados que deberán tomar la determinación final sobre la investidura de Artur Mas. En el acto del domingo se reunirán alrededor de 70 personas, si bien previamente las asambleas locales deberán transmitir su opinión a las asambleas territoriales y éstas formarán el Consejo Político.
Entre las dos opciones que se proponen, la que favorecería la conformación de un nuevo Govern en Catalunya presidido por Artur Mas pasaría por otorgarle 2 votos a favor y 8 abstenciones de sus diputados. Una fórmula a través de la cual se pretende reflejar su “apuesta por la independencia y por un proceso constituyente y popular”, así como su oposición “a la continuidad de las políticas de recortes y privatizaciones” de las que hacen responsable a Mas. En el lado opuesto, la fórmula para no apoyar la investidura y propiciar un adelanto electoral pasaría probablemente por la abstención de los 10 diputados de la CUP, aunque no se descarta que 5 diputados voten a favor de la investidura y otros 5 lo hagan en contra.
Después del insólito empate a 1.515 votos en la asamblea celebrada por la CUP el pasado domingo, los plazos apremian de cara a la conformación del nuevo Govern. Artur Mas tiene hasta el día 9 de enero para ser investido al frente de la Generalitat. Si el 10 de enero no hay president la ley obliga a repetir las elecciones, una situación a la que se llegaría tras más de tres meses de pulso entre Junts pel Sí y la CUP en relación a la designación del candidato.